Escenario

Rescatan a Jesús

Ha concluido el proceso de conservación y restauración que expertos del Centro de Restauración de Bienes Muebles (Cerebiem), del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (Idaeh), aplicaron a la imagen de Jesús Nazareno y a la imagen de la Virgen de Dolores, veneradas en la rectoría de Santa Teresa, del Centro Histórico de la capital de Guatemala.

La palabra más adecuada para definir este trabajo efectuado a Jesús del Rescate, como se conoce a esta escultura del Nazareno con la Cruz a Cuestas, tallado hacia 1670, es que ha sido nuevamente “rescatado”.

Miguel Álvarez Arévalo refiere que en la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala esta imagen perteneció a las monjas carmelitas descalzas de Santa Teresa. Estas religiosas empeñaron numerosas veces al Nazareno para solventar penas económicas del convento, pero siempre personas piadosas pagaban la deuda, lo “rescataban” y lo devolvían al convento.

Ahora la consagrada imagen y la de la Virgen María vuelven a su iglesia “rescatados”, pero del deterioro del tiempo.

“Es la primera restauración de esta imagen en sus más de 300 años de antigüedad”, dijo Luis Manuel Muñoz, restaurador de Cerebiem, responsable del proyecto.

Reparaciones

Ha sido la imagen con más daño estructural e interno que el experto y su equipo han tratado en sus más de 30 años de experiencia.

Tenía mucho daño en su estructura. La pierna izquierda se forzó para parecer más doblada y el pie estaba 15 centímetros fuera de la posición original, modificación que pudo darse entre los siglos XVIII o XIX, para dar más dramatismo a la imagen; en ese entonces se le extendieron los brazos y se le forzó la postura. El peso de la cruz había debilitado la estructura de la imagen, para evitarlo se fabricó una armazón de hierro que rodea el cuerpo del Nazareno y soporta el peso del madero, trabajo a cargo de fray Juan Manuel Siney, párroco de Santa Teresa, y miembros de la hermandad.

Tenía golpes “reales”

El encarnado del Nazareno estaba deteriorado en la frente por el roce de la corona de espinas, y con pequeños golpes en las orejas, labios y nariz.

Cuatro dedos de las manos estaban quebrados y habían perdido mucho color, como consecuencia del manipuleo al mover y vestir a la imagen.

El humo de las velas, polvo y suciedad se removió, lo que hizo ver detalles que simulan venas, músculos e hilos de sangre.

Ella conmueve

En los últimos años, la imagen de la Virgen de Dolores de Santa Teresa se ha visto con la piel muy oscura y la suciedad en el rostro la hacía parecer de talla popular. Ahora en su rostro destacan dulzura, amor y sufrimiento. A la imagen se aplicaron nuevamente los “frescores”, o sea, partes más rosadas en las mejillas, nariz, orejas, cuello, nudillos de las manos y articulaciones y punta de los dedos. Se restituyeron las pestañas y las lágrimas que habían sido pintadas y colocadas en forma rústica. En ambas imágenes el encarnado se reparó por medio del antiguo método de la vejiga de carnero, objeto que por su textura es magnífico para esfumar la pintura y pulirla, técnica usada por los escultores españoles en el siglo XVI.

Retornarán al templo

Las veneradas imágenes serán entregadas por el Idaeh, el jueves 27 de marzo, a las 18 horas. El sábado 29, a las 14 horas, se llevarán en procesión desde el Idaeh hacia el templo de Santa Teresa a donde llegarán a las 18 horas.

ESCRITO POR: