Escenario

Tak’alik Ab’aj era un sitio ceremonial por excelencia 

El libro<em> Las dimensiones de la ritualidad hace 2000 años y en la actualidad,</em> una compilación hecha por Christa Schieber y Miguel Orrego Corzo sobre el sitio arqueológico Tak’alik Ab’aj  se presentó por sus autores en el Palacio Nacional de la Cultura. 

Tak'alik Ab'aj es uno de los sitios más importantes del preclásico maya. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Tak'alik Ab'aj es uno de los sitios más importantes del preclásico maya. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“Este es una serie de estudios que ahora ya se pueden leer en un solo libro sobre los 29 años de investigación en el sitio. Este es un lugar de encuentro cultural y de importancia económica para su época”, dijo la investigadora Christa Schieber.

El libro tiene una serie de estudios que van desde los primeros hallazgos hasta los recientes estudios sobre Tak’alik Ab’aj, ubicado en el municipio del Asintal, Retalhuleu. “Hay que considerar que este territorio fue de importancia estratégica para Mesoamérica. Podría decirse que fue un puente entre las transiciones generacionales de gobernantes en el lugar. Es una interesante fusión entre la cultura Olmeca y Maya temprana”, agrega Schieber.

Los investigadores explicaron que la publicación es solo una parte del trabajo que se hace en el sitio. “Los esfuerzos están enfocados a terminar el museo que albergará las piezas encontradas. Es una forma de devolverle la identidad a la población”, explicaron.

Patrimonio

Otro de los objetivos, según los expertos, es seguir con los trámites para convertir el lugar en Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. “Tenemos todo para lograr este objetivo. La ciudad simplemente ofrece su historia. Los vestigios indican la importancia que tenía este sitio,  era un lugar espiritual, que aún mantiene su esencia”, indican. Para lograr este objetivo, agregan, se debe tener la infraestructura y completar el museo como parte de esos grades pasos.

El sitio

Por su ubicación estratégica, Tak’alik Ab’aj floreció cultural y económicamente en los períodos Preclásico y Clásico, desde el siglo IX a.C. hasta por lo menos el siglo X d.C. Los hallazgos obtenidos lo señalan como uno de los mayores yacimientos de monumentos esculpidos en la costa del océano Pacífico.

El nombre de este lugar significa Piedra Parada —en k’iche’— y una de sus principales características es que en él han sido localizadas esculturas propias de la civilización olmeca.

ESCRITO POR: