Esta afección ha sido vista como un tema tabú, por lo que no ha sido bien reconocida, comprendida y manejada en el pasado.
Puede ser causada tanto por condiciones psicológicas como estrés y ansiedad, como por otras fisiopatologías, conocidas como médicas subyacentes.
Este padecimiento no solo afecta la sexualidad del hombre sino también su personalidad, su productividad y su bienestar en general. Por tanto, se recomienda despojarse de temores y acudir a un médico ante cualquier sospecha de tener algún síntoma para que brinde el tratamiento adecuado a tiempo.
Padecer esta enfermedad no es el fin, ya que puede ser tratada para que el paciente recupere su desempeño integral y su vida sexual.