Recomendaciones
No hay que intentar discutir con el pequeño mientras la rabieta dura, ya que no lo entenderá. Es importante no castigarlo después de esta conducta, pero sí es necesario hacerle saber que los berrinches son horribles para él y que no ganará nada con ellos.
Si el infante tiene una rabieta porque no lo dejan salir al jardín, no hay que cambiar de opinión hasta que se haya calmado. De la misma forma, si el plan era ir a dar un paseo antes de que tenga el berrinche, hay que continuar con lo planificado.
La comunicación con los hijos es fundamental, para evitar que los berrinches se presenten. Hay que explicarle al niño que con este comportamiento no logrará nada positivo.
Lo ideal es dejar que esta “mala” conducta pase por sí sola. No hay que gritarle ni pegarle, porque esto únicamente la extenderá.