A través de siluetas holgadas para las prendas superiores y con la falda como protagonista -en corte A, circulares y versiones mini-, la creativa demostró que aun cuando mantiene vivo el espíritu infantil se puede ser sofisticado. “En realidad Alejandra Quesada es la niña que se viste de mujer y es lo que quiero expresar. Que en el fondo es una niña que quiere verse como mujer”, dijo la diseñadora al terminar su desfile presentado la noche del jueves en el Mercedes-Benz Fashion Week México.
Bajo el título La infatuación de Alejandra Quesada, la creativa echó un vistazo a ese estado en que se desata la locura por una persona. En su caso, el frenesí se plasmó en minifaldas en charol, mallones, hot-pants de talle alto y trajes de cuerpo completo, así como texturas en algodón, seda, elastano, mezclilla y rayón. La variedad adquirió una estabilidad gracias a la geometría de los estampados. “Como todas mis colecciones, plasmé lo que estoy viviendo en este momento”, explicó Quesada, quien también disfruta de mayor estabilidad en su carrera.
Previo a su desfile, la diseñadora fue nombrada oficialmente ganadora de la iniciativa Fashion Forward, una aceleradora de moda que durante varios meses le brindó asesoría en distintas áreas a un grupo de jóvenes creativos.
Quesada se hizo acreedora a una inversión por parte de Grupo Axo, uno de los promotores de la iniciativa, para convertirla en una marca y sumarla al portafolio del grupo, que opera en México firmas como Tommy Hilfiger, Emporio Armani y Etro. “Es justo el equipo y el socio que necesitaba para dar el siguiente paso. Desde hace rato quería ampliar mis líneas y abrir mi tienda, pero era muy difícil hacerlo sola”, dijo la diseñadora que anteriormente tuvo una breve presencia en la tienda por departamentos el Palacio De Hierro.
“Con su estructura, con mi creatividad, vamos a hacer una marca sólida”, refirió. Esto también se refleja en su colección, la cual tuvo una mayor coherencia y fue menos repetitiva que en versiones anteriores.
“Trabajé de manera diferente”, acotó. “La marca es la marca y tiene muy claro cómo es, pero quiere evolucionar. Quiere verse más madura”. Sin perder el toque naif, con sus diseños la mujer luce sofisticada incluso en prendas con estampado de ranas, sandías o bananos, los últimos de los cuales remitían a la colección primavera 2011 de Prada, aunque en el mundo de Quesada, funcionaron para recordar la infancia.
“La disfruté mucho, muchos colores, juegos con las frutas. Me recordó cuando era niña”, dijo la actriz Camila Sodi que admiró el desfile desde la primera fila. “Me pondría todo lo de Ale Quesada con los ojos cerrados”, señaló Sodi. “De eso se trataba”, enfatizó Quesada.