Sobre el crecimiento en América Latina, “por el momento nos enfocamos en México y Brasil, nuestros proyectos de apertura se concentran en esos dos países. Países grandes, en términos de población, en términos de recursos, países ricos, países con un fuerte desarrollo y estabilidad”, destacó.
El grupo sólo cuenta con ocho tiendas propias y concesionarias en toda la región: cuatro en México, una en Buenos Aires, una en Santiago, una en Panamá y otra en Sao Paulo, la capital brasileña del lujo.
Aunque Hermes produce artesanalmente vestimenta femenina y masculina, zapatos, accesorios, productos de mesa y de diseño de interiores, para sus clientes mundiales, cada una de esas tiendas realiza un pedido especial acompañando el gusto de sus consumidores.
“Los clientes brasileños conocen mucho, tienen gustos particulares” , agregó Albaladejo, lamentando que las altas tasas de importación no permitan que el “desarrollo del mercado del lujo avance tanto como el deseo de los brasileños” por esos bienes. Los productos “son dos veces más caros que en Francia” , señaló sorprendido.
Sin embargo eso no impide que la marca pretenda crecer tanto en Brasil como en el mercado latinoamericano. “Países como Brasil, México (…) van a ser motores de crecimiento (para Hermes). Todavía no lo son porque tenemos una red de distribución y un volumen de negocios pequeño”, afirmó al subrayar el potencial de crecimiento.
Desde la instalación de la primera tienda en Sao Paulo en 2009, las ventas crecieron más de 30 por ciento, estimó Albaladejo, y con un segundo local Hermes pretende consolidar su posición en el mercado de lujo brasileño, que crecerá 33 por ciento este año a un volumen de negocios estimado en 11 mil 900 millones de dólares, según la privada MCF Consultora.
Brasil, donde la clase adinerada engloba a 4,8 millones de personas, se convirtió en el segundo mercado continental de lujo detrás de Estados Unidos; mientras que Sao Paulo concentra el 75 por ciento del consumo del sector.
Según Albaladejo, el público paulista de Hermes se divide en una clientela internacional, con “personas con fortuna, educadas, que conocen muy bien las marcas de lujo e integran la alta sociedad” y una clientela local “que tiene ciertos medios pero que no tiene el conocimiento (de todos los productos) y adquieren los productos icónicos”, explicó.
“Es por eso que debemos hacerles descubrir otras cosas” , destacó el ejecutivo sobre la alta variedad de productos ofrecidos.
A pesar del potencial de crecimiento del mercado brasileño, Albaladejo descartó la posibilidad de producir en el gigante sudamericano, donde Hermes se limita a adquerir seda proveniente de Paraná (sur) .
“Todos nuestros productos con seda son fabricados con una seda que proviene de Brasil. (…) Es una materia prima de lujo”, destacó.
Durante el primer semestre de 2011 Hermes registró ganancias netas por 290,9 millones de euros, un crecimiento de 49,5 por ciento en comparación con la primera mitad del año pasado.
En su informe, el grupo no precisa la participación de cada zona geográfica en el resultado operativo.