Moda y Estilo

La joven moda brasileña busca abrirse al mundo

La joven moda brasileña, que esta semana se exhibe en una nueva edición de la Semana de la Moda de Sao Paulo, busca la manera de mejorar su competitividad y abrirse al mundo, saltando vallas que por ahora la hacen volcarse casi exclusivamente al mercado interno.

SAO PAULO– Aunque es el quinto productor textil del mundo y el cuarto de textiles confeccionados, Brasil casi no exporta su producción, no está de manera masiva en las vitrinas mundiales y su impacto en las grandes tendencias sigue siendo limitado.

“Nuestros productos manufacturados todavía sufren el llamado costo Brasil, con altos impuestos, problemas de infraestructura de transportes o leyes laborales”, comentó a la  AFP  Oskar Metsavah, creador de Osklen, una de las cerca de 20 marcas presentes en la 34 edición de la Semana de la Moda  (SPFW en inglés).

Osklen, conocida por su casual chic sofisticado y su diseño innovador, es una de las pocas marcas brasileñas que logró abrirse un espacio fuera de las fronteras, con tiendas en Estados Unidos, Argentina o Japón.

Según Paulo Borges, director de la Semana de la Moda de Sao Paulo  (SPFW, en inglés) , un 95 por ciento de la producción de moda de Brasil está destinada al mercado interno.

“¿Por qué pocas marcas brasileñas han conseguido abrir tiendas en el extranjero? Desde mi punto de vista, es por la falta de originalidad y calidad de la gran mayoría”, estimó Metsavah.

Para esta edición del SPFW, se introdujeron algunos cambios. La semana de invierno se adelantó para octubre/noviembre y la de verano para marzo/abril, lo que ampliará el intervalo entre el lanzamiento de las colecciones y la llegada de las piezas a las tiendas, dando más tiempo a la confección.

El nuevo calendario sitúa mejor a Brasil en el marco del circuito mundial de la moda y tiene por objetivo profesionalizar y expandir una industria que aún es muy joven, según Borges.

“La moda brasileña no ha conseguido imponerse como producto y marca en el mercado global por una cuestión de costos y dificultades de financiamiento. Pero también es una cosa de madurez, porque es una industria joven que está recién descubriendo su manera de ser” , añadió.

Con 194 millones de habitantes, Brasil se ha convertido en los últimos años en la niña bonita con la que todos quieren bailar.

La dinámica clase media brasileña suma millones de personas y abarca ya a más de 50  por ciento de la población total del gigante sudamericano, sexta economía del mundo.

Se multiplican los centros comerciales para el mercado del lujo, y famosas marcas internacionales -como Louis Vuitton, que el viernes abrió en Sao Paulo una megatienda de mil 200 metros cuadrados, la primera de este tipo en Latinoamérica- se instalan en el país.

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