“Comencé a crear estas joyas para mí y, a medida que las fui utilizando, más veces me ocurría que llegaba a casa sin ellas porque amigos y conocidos querían que se las vendiese”, explicó la autora.
Inés Varela reveló que el montaje de la pieza es relativamente sencillo y demora entre 30 minutos y una hora, aunque previamente es necesario concebir su diseño.
Después hay que esperar entre una semana y dos semanas para usarla, ya que la planta, que nace de la tierra o entre las rocas, “debe adaptarse a su nuevo hábitat, la joya, donde sigue viva”.
Según su creadora, la labor de conservación de este tipo de adornos no es especialmente complicada, ya que las plantas utilizadas pueden sobrevivir hasta tres meses sin ser regadas.
Sí es importante, sin embargo, garantizar que el lugar en donde se guarda la joya respeta el proceso de fotosíntesis, por lo que no es recomendable dejarla en una caja junto a otros abalorios debido a que estos “pueden dañar su protección vegetal”.
Tampoco es la mejor opción conservarla en un cajón cerrado, ya que a pesar de que plantas como el musgo crecen en la sombra, precisan igualmente de alguna luz.
Su línea de productos Puros ya ha llegado a países como España, Brasil, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos o Inglaterra.
Esta línea pretende homenajear la pureza de la planta y, por el momento, las piezas están a la venta por un precio que oscila entre US$25 y US$40.