Moda y Estilo

La elegancia y el safari se apoderan de París

La elegancia depurada de dos casas de moda de larga tradición -Lanvin y Rochas- brilló el miércoles en las pasarelas de París a través de sus colecciones de pret-a-porter primavera-verano 2017, en tanto que Balmain dejó ver su su lado más salvaje.

Uno de los diseños de Lanvin, durante la Semana de la Moda de París. (Fotos Prensa Libre: AP)

Uno de los diseños de Lanvin, durante la Semana de la Moda de París. (Fotos Prensa Libre: AP)

Lanvin formaba parte del trío de tres grandes casas de moda parisinas que estrenaban diseñador esta semana. Saint Laurent lo hizo la víspera con el belga Anthony Vaccarello y a Dior le tocará el viernes con la italiana Maria Grazia Chiuri, recién llegada de Valentino.

La francesa Bouchra Jarrar, nombrada al frente de Lanvin tras la tumultuosa salida de Alber Elbaz, abrió el miércoles una nueva página en la historia de la casa de modas con una colección que ensalzó los códigos de sobriedad de la casa.

Fundada por Jeanne Lanvin en 1889, la marca es la más antigua en actividad en Francia.

La colección de Jarrar era particularmente esperada desde el decepcionante desfile de la temporada pasada, confiado al taller de Lanvin.

Su colección logró un equilibrio entre masculino y femenino. Jugó a los contrastes, con pijamas a rayas y calzados chatos, esmóquins y camperas, pero también delicados trajes con transparencias, de encaje y organza, con flores bordadas.

“Odio el estrés”, confió la diseñadora tras el desfile. “Soy más bien alguien que anticipa las cosas, ¡aunque ello no impide que tenga jornadas muy densas!”

Antes de fundar su propia casa de modas en 2010, Bouchra Jarrar fue directora del estudio Balenciaga junto a Nicolás Ghesquire, y luego pasó a la casa Lacroix.

Rochas y el choque de colores

Para el próximo verano, el napolitano Alessandro dellAcqua también propone una opción depurada a la hora de componer siluetas con piezas que combinan dos o al máximo tres colores primarios: azul y amarillo, verde y naranja, amarillo y verde.

Son siluetas sencillas, de elegancia intemporal, que según el creador napolitano corresponden fielmente al ADN de la casa.

Sobrevuela una atmósfera años 1940 sin llegar a la nostalgia. Es como si una “teddy girl”  -una chica rebelde- se pusiera ropa de etiqueta hallada en el ropero de la familia.

“Es una colección muy Rochas, muy del archivo Rochas –aclara dellAcqua– pero utilizado de una forma contemporánea”.     Transparencias de tul, organza o encajes varían ese postulado de base de lo depurado, en una visión del pret-a-porter que no tiene nada que envidiar a la alta costura.

“Para mí, lo importante era el color, la ligereza, elegante pero con una actitud muy enérgica”, dijo DellAcqua. “Quería que los colores chocasen, entre calzado, vestido y prenda interior”, agregó. Una colección, insiste, que presta “menos atención a detalle decorativo y más al color” .

Un protagonismo cromático que evoca las portadas emblemáticas de la Vogue estadounidense en la década de 1950 con fotografías de Erwin Blumenfeld.

 El sexy safari de lujo de Balmain

El diseñador Olivier Rousteing presentó el jueves en Balmain una colección sexy y elegante con el color caldera como protagonista en diseños asimétricos y ajustados, un estilo que fascina a la invitada estrella de la marca, Kim Kardashian, que no se perdió el evento.

La colección, en el marco de la Semana de la Moda de París donde se presentan las colecciones primavera-verano de 2017, tuvo una mezcla de look safari pero en versión elegante, con cortes que recordaron ligeramente al estilismo del Hollywood dorado de la década de 1940.

Los vestidos largos llevaron grandes aperturas dejando ver las piernas enteras que consiguen un efecto infinito gracias a sandalias de alto tacón y tira fina.

Para la noche, la firma incluyó estampados animales en tejidos ligeramente satinados, abriendo la gama de colores al lila y verde además de algunos impactantes vestidos de corte asimétrico en tejidos fluidos en un brillante rojo, poderoso y atrevido como la mujer Balmain.

Si ya resulta complicado que Kim Kardashian pase desapercibida en cualquier evento, en este caso fue la invitada más fotografiada, al acudir con un vestido de punto ajustado prácticamente transparente.

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