Los tejanos anticelulitis son fruto de una colaboración con las empresas Rhodia Fibras y Canatiba y exigió cerca de cinco años para su desarrollo.
El desfile de Herchcovitch, como tiene acostumbrada a su clientela, estuvo plagado de pantalones vaqueros y exigió a la audiencia levantarse temprano, porque fue realizado por la mañana en el Museo de Arte Moderna (MAM), lejos del recinto de la Fashion Río, que se desarrolla en los almacenes del puerto carioca.
El diseñador apostó no sólo por los nuevos anticelulíticos, sino por todo tipo de vaqueros, con diversas tonalidades y siempre muy poco lavado y levemente metalizado, con pespuntes aparentes.
Índigo, marrón y grafito fueron algunas de las tonalidades del tejido más popular del mundo, trabajado en vestidos, faldas plisadas, chaquetas -largas o cortas-, monos femeninos y masculinos, de mangas largas, y las osadas faldas-pantalón.
Además de los tejanos, desfilaron mallas negras con estampas grises que recuerdan corrientes, superpuestas sobre faldas y pantalones, tanto para mujeres como para hombres.
La combinación de falda y pantalón tampoco dejó indiferente al público del desfile, algunos de los cuales lo entendieron como una excentricidad que no saldrá de las pasarelas a las calles.
“Esta historia de la falda-pantalón, de la falda sobre el pantalón, todo es un gran juego con los géneros, y es eso, estamos en el siglo XXI, es bueno ir más allá de los géneros establecidos”, comentó el estilista Dudu Bertholini.