“Es la primera vez que vengo. Una amiga que estuvo el año pasado me invitó. Quiero asombrar a la gente y ser parte de esto. Voy a venir todos los años. Será una tradición“, cuenta entusiasmada Britney Howse, de 24 años, enseñando el vestido de gala que consiguió por US$24 y que puede sacrificar bañándose en el mar.
La cita de Improv Everywhere que tiene la página web improveverywhere.com, fue en un parque frente a una playa de Coney Island, adonde los participantes llegaron siguiendo las instrucciones de una invitación con reglas claras sobre la vestimenta y el comportamiento a seguir, así como la advertencia de no llevar espectadores o gente con cámaras.
“Vamos a pasar un día en la playa vistiendo traje negro y corbata. Todo lo demás sobre nuestro día será normal. Por favor traigan lo que normalmente traerían a la playa: toalla, bolso de playa, herramientas para construir castillos de arena, frisbee, cometas, etc.” , indicaba Improv Everywhere en su sitio internet.
“Si alguien les pregunta por qué están usando ropa formal, respondan sólo que tenían ganas de vestirse bien, que les gusta vestirse así en la playa o simplemente que es divertido. Digan que no conocen a nadie, sólo a unas pocas personas que podrían estar con ustedes. Nunca digan que es una broma, un truco, un encuentro organizado o un evento de Improv Everywhere. ¡Mantengan el rostro serio!” , agregaba.
Para Charlie Todd, que creó el colectivo en el 2001, “el primer objetivo de estos grandes eventos es que los participantes se diviertan y que sea una experiencia divertida para aquellas personas que están en el lugar” .
“Una cosa que aprendí de Improv Everywhere es cuán importante es jugar a lo largo de la vida. Enseña la lección de que nunca se es viejo para hacer algo divertido“, indicó a la AFP, Todd, de 34 años oriundo de Carolina del Norte y con doce años de vivir en Nueva York.