Salud y Familia

El ajo negro, exótico complemento culinario

Antioxidante, sabroso y versátil para sorprender al comensal con platos que no son lo que parecen. El ajo negro, que se obtiene con una técnica de fermentación japonesa, es un ingrediente fundamental para muchos cocineros.

La fermentación de esta planta potencializa su sabor. (Foto Prensa Libre: EFE) <br _mce_bogus="1"/>

La fermentación de esta planta potencializa su sabor. (Foto Prensa Libre: EFE)

La técnica consiste en fermentar a baja temperatura las cabezas de ajo tradicional, durante 30 días, lo que permite una mayor concentración de sus propiedades antioxidantes y su fibra y a la vez suavizar su sabor y modificar su textura, que resulta similar a la de una gominola.

“El ajo negro es muy versátil, como el ajo en sí mismo. Tiene un sabor ahumado, ácido, un pelín afrutado que aporta muchos picos de sabor a los platos, también en los postres“, afirma el chef español Martín Berasategui.

“Lo puedes meter en una ensalada, en un canapé o incluso en el gin-tonic”, sugiere.

Un producto que conserva sus propiedades un máximo de 18 meses en un lugar fresco y seco y que “puede utilizarse como snack o como condimento, igual que el ajo tradicional”, añade.

Otros chefs optan por su propia cosecha, como Rodrigo de la Calle, que lo elabora directamente en su cocina del VillaMagna, En España. “Le he dado un segundo uso a los armarios del room service. Los dejo a 60 grados y cada día voy tomando el que lleva más tiempo”, explica.

Sin duda el ajo negro se incorporará cada vez más en las cocinas del mundo y aportará sus grandes bondades.