1. Comer todo el día:
No es necesario comer mucho, sino ingerir pequeñas porciones de alimentos durante todo el día. Esto mantendrá los órganos internos en movimiento y el cerebro se verá agradecido por los nutrientes extra que se le proporcionan.
Es importante no comer cualquier basura, más bien decidir entre algo nutritivo como una manzana. Luego otra fruta. Lo importante es mantenerse comiendo todo el día, aunque sean cosas pequeñas.
2. Golosinas constantes:
Si hay que hacer una presentación o simplemente no se puede dar el lujo de estar comiendo todo el día después del desvelo, entonces hay que optar por algo más discreto: dulces. Pequeños caramelos y paletas, todo el día con uno en la boca. Ciertamente parece algo torpe, pero es un estímulo para que el cuerpo se mantenga activo.
3. Nada de bebidas energéticas:
Los típicos Redbull o esas cápsulas que se encuentras en las farmacias que prometen mantener a la persona activa todo el día solo arruinan más el cuerpo.
Es cierto que dan ese “golpe de energía” que tanto se necesita cuando no se ha dormido bien, pero su duración es mínima y luego el cuerpo se sentirá más cansado.
Otras bebidas como Gatorade o jugos de otros sabores son mejores en estos casos, no dan ese empujón energético pero si distribuyen pequeñas dosis de lucidez a lo largo del día. Es bueno tomarlas durante todo el día.