Existen cuatro tipos distintos. Los colchones de muelles, los más recomendados para la gente que prefiere un descanso firme, entre estos los hay de muelles ensacados, con una calidad media-alta, y muelles bicónicos, con una calidad más baja.
Los colchones de látex proporcionaran un descanso más suave. A la hora de escoger uno de este tipo hay que tomar en cuenta que para tratarse de un colchón de calidad, debe tener un núcleo de un grosos mínimo de 16 centímetros y 7 zonas de descanso distintas. Debe incorporar acolchados especiales, así como una ventilación transversal.
Los colchones viscoelásticos son los más indicados para personas con dolores lumbares y cervicales, pues proporcionan una gran adaptabilidad a la postura sin perder firmeza. Un buen viscoelástico debe tener de 7 a 8 centímetros de éste material.
Finalmente están los colchones de Búltex, con una materia celular en forma de nido de abeja, donde destaca su gran flexibilidad y resistencia. Estos son firmes y muy adaptables y gracias a su perfilado consiguen un descanso personalizado.