Algunos padres se preguntan si es bueno darles dinero por haber hecho ciertas tareas de la casa, haber realizado los deberes o por sacar buenas calificaciones, pero Silvia Álava apunta que no debemos pagarles por cada acción, ya que los niños tienen que aprender a que es su obligación. Deben asumir que recibirán aprobación y atención. También recomienda que:
- Es importante conocer que el refuerzo social es más efectivo que el económico.
- Transmitir a los hijos que la casa es de toda la familia y, por ello, todos deben colaborar en las tareas como un buen equipo. Por esa razón, no se les debe pagar a los niños.
- La clave es inculcar el espíritu de equipo en los integrantes de la familia por el cuidado del hogar.
¿Cuál es la mejor recompensa?
A pesar de que el dinero les pueda motivar a realizar las tareas, es algo pasajero, y, además, es inútil con aquellos niños rebeldes, pues ellos no realizarán las tareas domésticas ni siquiera cuando se les paga.
Existen refuerzos más positivos, duraderos e influyentes como la alabanza ante el esfuerzo, hacer actividades con ellos, jugar, ir al cine o hacer deportes, explica el sitio abc.es
Ante los esfuerzos extra no hay que darles más dinero. Hay que fijarse en las necesidades del niño según la edad que tenga e intentar otorgarle la cantidad en función de ello. Un niño con demasiado dinero es más propenso a meterse en problemas.
Silvia Álava aconseja que hay que establecer una cantidad fija cuando ya son algo mayores, para salir con los amigos o comprar comida, de esta manera se les enseñará a administrar el dinero. Esta paga semanal se dará siempre y cuando el niño haya cumplido con sus obligaciones diarias.
Si se les da la mesada según el dinero que demanden, no aprenderán a distribuir los gastos, y este aprendizaje es fundamental para su día a día. Es desaconsejable enseñarles a vivir por encima de sus posibilidades.