Es mejor dar que recibir

No hay barrera para una madre que le impida luchar por la vida de un hijo.

Obviamente, por el enfoque humano de esta columna, me fue enviado este mensaje para trasladarlo a los lectores de Prensa Libre. Dios lo permita, este llegue a tierra fértil.

Por solidaridad, todos estamos comprometidos a responder tratándose de un servicio humanitario, donde la vida de una niña de 6 años está corriendo grave peligro, frente a una enfermedad devastadora. De alguna manera tenemos que participar en el rescate de esta niña que sufre leucemia, cáncer que se ha llevado tantas vidas. Lo más doloroso, es cuando no se tienen los recursos económicos para luchar por la vida de un ser querido, como en el caso de esta familia de escasos recursos.

Una persona que  colabora con el caso, ha enviado toda la información necesaria y me transcribe hoy la carta de esta desesperada madre, que escribió para los lectores de Prensa Libre, en busca de apoyo.


Dice su carta: Hace tres años mi hija Joselyn Karina Chiu Osorio, de 6 años de edad, fue diagnosticada con leucemia.
Desde entonces ha pasado por varios tratamientos para contrarrestar la enfermedad. En algunas ocasiones su mejoría ha sido notable, pero otras veces su cuerpo ha rechazado los tratamientos, por lo que la lucha ha sido dura y constante.

Joselyn ha recibido varios tratamientos y todo el proceso se ha llevado a cabo en UNOP, pero últimamente me dijeron que ya no había nada que hacer. Al escuchar esto decidí llevar a mi hija con otro médico, con la esperanza de salvar su vida y agotar hasta los últimos recursos, como lo haría cualquier madre, por salvar la vida de un hijo. Pero los tratamientos, como muchos lo saben, son muy caros y somos una familia de escasos recursos económicos.

Por eso me decidí a pedir ayuda y dar a conocer esta situación por este medio, con la esperanza que los lectores que me comprendan, me ayuden con lo que puedan. Pueden hacerlo por medio de la cuenta de Banrural No. 240598547 1006. También pueden comunicarse al número de teléfono 5361- 3866.

La madre de la niña adjuntó dos cartas en las cuales  se describe la enfermedad de la hija, como constancia sobre lo que está viviendo; la lucha que he llevado por rescatar a su hija de esta enfermedad, tan difícil de curar.

Comprendo que la lucha de una madre no termina hasta agotar el último recurso. No la dejemos sola. Hagamos un esfuerzo por acercarnos a ella y solidaricémonos con su dolor. Dios siempre bendice al que da y esta es la oportunidad.

rina.montalvo@gmail.com

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