La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad inglesa de Cambridge, mostró que el fármaco alemtuzumab reduce significativamente el número de ataques en comparación con los pacientes que reciben el tratamiento más habitual en la actualidad, el interferón.
El fármaco logró buenos resultados tanto en pacientes que aún no habían recibido ningún tratamiento como en aquellos a los que ya se les había recetado interferón, explicó el investigador Alastair Compston, autor principal del artículo.
Según las conclusiones del estudio, de dos años de duración, solo el 35 por ciento de los pacientes que recibieron alemtuzumab sufrieron una recaída, frente al 53 por ciento de los que fueron tratados con interferón.
Además, el alemtuzumab, que en la actualidad se emplea contra algunos tipos de leucemia, redujo los nuevos ataques en un 49 por ciento entre los pacientes que ya habían sufrido episodios en el pasado.
“Los pacientes que aún muestran síntomas pese a recibir su terapia inicial son especialmente difíciles de tratar. Este fármaco no solo reduce las posibilidades de sufrir una discapacidad asociada con la esclerosis múltiple, sino que también produce mejoras clínicas a largo plazo“, apuntó Compston.
Los resultados son tan esperanzadores que la Sociedad de Esclerosis Múltiple británica ha iniciado una campaña para que el fármaco sea incluido en la cartera del servicio público de salud.