La entidad realizó estudios en 20 productos diferentes y los resultados se los dio a conocer a estas empresas el pasado 4 de julio. Sin embargo, los fabricantes no se lo comunicaron a los consumidores y no suspendieron la venta de estas golosinas.

“El productor es culpable de negligencia grave por no retirar los dulces peligrosos de los estantes y advertir a los consumidores. “Los niños están particularmente en riesgo”, explicó Foodwatch en un comunicado. 

Las sustancias que pueden causar cáncer y que fueron encontradas en estos tres productos son los  hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales (MOAH, por sus siglas en inglés), un líquido que se obtiene de la refinación del petróleo.

Según indicó El Clarín, estas sustancias, que son altamente cancerígenas, se concentran en el envoltorio y se traspasan al chocolate.

“Nosotros no recomendamos la compra de estos productos porque los niveles son, simplemente, inaceptables para el consumo”, dijo Johannes Heeg, miembro de Foodwatch.

Por su parte Torben Erbrath, presidente de la Asociación Alemana de la Industria de la Confitería, dijo que estos productos no representan un peligro, ya que las sustancias cancereígenas están solo en la envoltura.

¿Qué dicen los fabricantes?

Hasta el momento, solo Ferrero -fabricante de los chocolates Kinder-, se ha pronunciado al respecto.

La compañía indicó que los restos de aceite mineral “se encuentran en casi todo el ambiente” y que es posible que llegen a los alimentos, pero que sus productos con seguros y creados con “alta calidad y atención”.

También aseguraron que trabajan con sus proveedores en minimizar la existencia de estas sustancias en sus envoltorios.