Salud y Familia

Las 4 enfermedades y padecimientos más comunes en las encías

Cuando hablamos de cuidado bucodental, nos referimos a todos los hábitos de higiene esenciales para mantener en buen estado nuestros dientes, encías y lengua.

enfermedades en las encías

Las enfermedades en las encías son comunes, pero también son fáciles de tratar y prevenir (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Es muy probable que al llegar a la mayoría de edad un porcentaje considerable de las personas empiece a presentar problemas en las encías.

Sin embargo, este tipo de enfermedades pueden ser detectadas con relativa facilidad y pueden sanarse en poco tiempo.

Lo esencial es conservar unos buenos hábitos de higiene oral y realizar las respectivas visitas al especialista para hacer una revisión general y una limpieza profunda.

Por lo general, los problemas en las encías pueden detectarse con relativa facilidahasta md si se conocen bien los síntomas característicos de las mismas. Es por eso que aquí vamos a aprender más acerca de las 4 enfermedades más comunes en las encías y cómo tratarlas.

Importancia de la higiene bucal para las encías 

Una de las partes de nuestro cuerpo que más se encuentra en contacto constante con bacterias y microorganismos que pueden producir enfermedades, es nuestra boca.

Esto se debe a que nuestra saliva está llena de bacterias benignas. La principal labor de estas es ablandar y lubricar el bolo alimenticio para que este pueda pasar sin problemas por el esófago.

Así, es bien sabido que mientras masticamos, pedazos microscópicos de la comida empiezan a acumularse alrededor de las encías y en los dientes.

Cuando no se realizan los cuidados correspondientes para eliminar estos restos, la placa bacteriana empieza a acumularse en el espacio entre la encía y el diente.

El biofilm bucal, más comúnmente conocido como placa bacteriana, es una sustancia viscosa e inodora que se forma en el espacio que existe entre la encía y el diente.

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Con el tiempo esta película se solidifica y se convierte en sarro, uno de los síntomas claves de los padecimientos dentales y en las encías.

Si bien desde muy jóvenes siempre se nos hizo mucho hincapié en la importancia de la higiene bucal, por lo general no se profundiza mucho en su verdadera trascendencia.

Usualmente la explicación de esta no sale del enfoque social, es decir, todo lo relacionado con la estética de los dientes y prevenir el mal aliento.

Aunque estos motivos son más que suficientes para darse cuenta de la importancia de la higiene bucal, también existen razones mucho más profundas para justificar estos hábitos.

La placa bacteriana en sus primeras etapas no produce ningún tipo de dolor o sensación de malestar en las personas que la padecen. Por lo general los pacientes con enfermedades en los dientes y encías recurren a los especialistas cuando las mismas ya han avanzado considerablemente.

Esto se debe a que la mayoría de los síntomas más alarmantes de este tipo de padecimientos empiezan a manifestarse en estas etapas. Entre estas manifestaciones se encuentran hinchazón, cambio de color en las encías, sensibilidad y sangrado.

Cuando esta película transparente no es removida de forma adecuada, los desechos expedidos por las bacterias podrían afectar seriamente las encías e incluso acelerar el proceso de desmineralización de los dientes.

Es justo en este punto cuando los problemas como la caries y la sensibilidad en las encías producto de la acumulación de sarro empiezan a manifestarse. Y en la mayoría de los casos resulta necesario recurrir a la cirugía para prevenir que las bacterias continúen afectando el resto de la boca.

Por lo tanto, hacer una limpieza bucal de forma habitual y las visitas al odontólogo van más allá de un mero capricho estético. El cuidado de nuestros dientes y encías es una parte esencial para garantizarnos a nosotros mismos una vida más sana.

Técnicas adecuadas de higiene bucal 

Antes de proseguir con las enfermedades más comunes de las encías, no está de más que se haga una pequeña pausa para hablar un poco de las técnicas adecuadas de higiene bucal.

Si bien probablemente este es un tema que la mayoría de las personas conocen. Como con cualquier otro tema relacionado con nuestra salud, no todo es tan fácil como podría parecernos.

Aunque cada una de las herramientas que utilizamos para eliminar las bacterias de nuestra boca son muy diferentes entre sí, todas comparten una misma finalidad.

Todas ellas están especialmente diseñadas para remover de forma eficiente los restos de comidas que podrían estimular el crecimiento de la placa bacteriana.

higiene bucal en casa
Debemos enseñarles a los más pequeños los hábitos de higiene bucal desde los primeros años de vida (Foto Prensa Libre: Pexels)

Sin importar qué tipo de patrón posean las cerdas del cepillo, las mismas están hechas de un material que permite remover la placa sin que se tenga que aplicar mucha fuerza.

Este mismo principio se aplica a otra de las herramientas fundamentales para el cuidado y mantenimiento de los dientes y encías, como puede ser el hilo dental.

Cuando hablamos de higiene bucal, el método más eficaz es un sistema de limpieza que consta de tres fases fundamentales.

En primer lugar, se tiene que realizar la limpieza correspondiente aplicando una pequeña cantidad de dentífrico y esparciéndola con el cepillo de dientes. Es importante que esta limpieza se haga sin aplicar fuerza en lo absoluto, ya que las encías son extremadamente sensibles.

Una vez concluida la limpieza con el cepillo de la forma correcta, es momento de hacer un segundo aseo con el hilo dental. Esta herramienta ayuda a remover el excedente de placa y alimentos que se depositan en la división entre el diente y la encía.

Por último, se debe proceder a deshacerse de los restos de los alimentos con el enjuague bucal. Muchos expertos recomiendan utilizar un enjuague antibacteriano que esté totalmente libre de alcohol.

Este proceso debe de repetirse por lo menos unas dos veces al día. Sin embargo, se sabe que lo mejor es hacerlo después de cada comida. Ya que de esta manera se previene que los restos de comida puedan solidificarse y estimular el crecimiento de la placa bacteriana.

Pero esto no significa que las visitas al odontólogo o al higienista dental no sean necesarias.

Aun si no presenta ningún síntoma evidente de alguna enfermedad que pueda afectar a los dientes o encías, es conveniente visitar a estos especialistas al menos dos veces al año.

Nunca está de más señalar el hecho de que los profesionales de la higiene bucal cuentan con herramientas más sofisticadas para dicha finalidad.

Por lo tanto, es realmente conveniente hacer algo de tiempo para programar un par de limpiezas con el odontólogo.

Por lo que vemos, tener una boca mucho más sana no es algo tan complicado como pudiera parecer. Basta solo realizar la respectiva limpieza bucal en casa y visitar al odontólogo de vez en cuando para garantizar unos dientes y encías saludables.

Principales enfermedades de las encías 

Si nos dejamos guiar por la definición médica, una enfermedad de las encías es cualquier acumulación bacteriana que altere el color, el grosor o la sensibilidad de las mismas.

Por este motivo, muchos especialistas insisten tanto en las visitas regulares al odontólogo. Ya que una parte fundamental del protocolo de estos especialistas es realizar chequeos minuciosos para confirmar el estado de salud de los dientes y encías.

Entre las características más importantes de este tipo de enfermedades se encuentran que en las etapas iniciales de la misma el paciente no experimente ningún tipo de dolor o molestia.

Cuando el paciente empieza a exteriorizar los síntomas típicos de estos padecimientos como el sangrado o extrema sensibilidad, es cuando la enfermedad se encuentra en una etapa más avanzada.

Usualmente es en este punto cuando la mayoría de los pacientes recurren a los servicios del especialista.

Pero a decir verdad, no es necesario tener que llegar hasta este punto. En lo que se refiere al cuidado de dientes y encías, lo mejor es aprender a identificar los síntomas iniciales para prevenir problemas más graves.

La placa bacteriana es el primer indicativo de cualquier padecimiento que puede afectar de forma negativa los dientes o encías. Algo muy ventajoso es que la misma puede ser identificada a simple vista sin la necesidad de recurrir a ninguna herramienta especializada.

cepillos de dientes
La higiene bucal nos permite prevenir una serie de enfermedades peligrosas (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Una vez que se empieza a notar la presencia de esta actividad bacteriana, solamente resta ser un poco más minuciosos en la rutina de higiene oral. También es conveniente reservar una cita con el odontólogo lo antes posible, ya que este podrá ayudar a detectar el posible origen de la placa.

Un descuido prolongado en los hábitos de higiene puede contribuir a la aparición de sarro y, posteriormente, a la exteriorización de uno de los síntomas más evidentes de enfermedades bucales.

Ahora, en la lista de los padecimientos más comunes que pueden afectar negativamente las encías se tienen los siguientes cuatro:

Gingivitis 

Es la etapa inicial de la mayoría de las enfermedades bucodentales que afectan a las encías. Por ende, es una de las más comunes.

Los síntomas más comunes de la gingivitis incluyen el enrojecimiento e hinchazón del área afectada, específicamente la zona que divide al diente y a la encía. Al ser la afección menos peligrosa del listado, este problema puede resolverse con la higiene bucal correcta.

Pero si esta afección no es detectada a tiempo y tratada de la forma adecuada, podría evolucionar en un problema más grave.

Periodontitis 

Un padecimiento que afecta principalmente todo el tejido blando que comprende la encía, lo cual hace que las piezas dentales queden sueltas e incluso se empiecen a desprender.

En los casos más extremos, la necesidad de una cirugía es prácticamente innegable. Sin embargo, la periodontitis también puede ser erradicada con un tratamiento adecuado y cambiando algunos hábitos de alimentación.

Además de la mala higiene bucodental, esta enfermedad es muy común entre las personas que tienen el hábito de fumar.

Recesión de encías 

Una recesión de encías es una enfermedad en la cual la encía se retrae de forma tal que la raíz del diente queda completamente expuesta.

Esto hace que el paciente experimente una sensibilidad extrema en el área afectada. Aparte de hacerle más difícil a la persona ingerir alimentos fríos o calientes, en los casos más extremos les complica poder respirar normalmente durante las estaciones frías.

La recesión de encías es común en las personas que sufren de bruxismo, el roce constante entre las piezas dentales acelera el desgaste del tejido blando que los recubre.

cuidado dental
Debemos usar todas las herramientas necesarias para un buen cuidado dental y bucal (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Periimplantitis 

Un padecimiento que es experimentado estrictamente por personas que poseen implantes dentales, la misma surge como consecuencia de un procedimiento hecho de forma inadecuada.

La periimplantitis se clasifica en cuatro grados basados principalmente en el nivel de daño que el implante genera en la encía. Sin embargo, en todos los grados el paciente experimenta un dolor agudo y sangrado constante en el área afectada.

Al tratarse de una pieza artificial, la única forma eficaz de curar este padecimiento es mediante una intervención quirúrgica.

Consejos de prevención 

Es innegable que lo mejor para prevenir el surgimiento de todas las enfermedades que mencionamos con anterioridad es conservar unos buenos hábitos de higiene bucodental.

Aunque muchas de las personas aún desconocen esta realidad, dentro de la boca humana existe una actividad bacteriana constante.

Y si bien todas las bacterias que existen dentro de la boca son benignas y cumplen una función importante dentro del proceso digestivo, si no se conserva una higiene dental adecuada, la intensa actividad bacteriana terminará por afectar gravemente nuestra salud general.

En el caso particular de nuestras encías, es necesario prestar mucha atención a ciertos aspectos claves los cuales nos permitirán conocer su estado de salud.

Una encía sana tiene un color rosa pálido y su grosor varía mucho según la posición del diente que la cubra. En la parte inferior, la encía tiende a ser más gruesa y la misma se va adelgazando conforme empiezan a surgir los dientes.

Cómo se mencionó con anterioridad, la primera manifestación física de todas las enfermedades que afectan a las encías es la formación de placa bacteriana.

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Esa línea blanca que se forma entre la encía y el diente, es una clara señal de una higiene dental inadecuada. Por lo tanto, una vez se ha detectado, lo primero que debemos hacer es modificar de forma significativa nuestro ritual de limpieza dental.

Otro de los síntomas característicos de cualquier padecimiento en la encía, es la sensibilidad en el área afectada.

El sangrado en esta área es señal innegable de una posible afección que el paciente está presentando en esta área. Incluso si la persona no experimenta ningún tipo de dolor, la presencia de sangre indica una encía poco saludable.

Como con cualquier otra enfermedad, la prevención temprana es la forma más eficiente para hacerle frente a este tipo de situaciones.

consultorio odontologo
La consulta odontológica de forma periódica es fundamental para la salud bucal (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Por este mismo motivo lo primero que se recomienda es recurrir al odontólogo en el instante que notemos algo fuera de lo habitual.

Una parte importante dentro de las consultas odontológicas, es que el especialista nos realizará una breve entrevista para conocer más acerca de nosotros. Esto no solamente le permite conocer nuestra higiene dental, sino que además le brinda pistas cruciales para deducir lo que podría estar generando el problema.

Qué tanta azúcar se consume, cuántas veces al día nos cepillamos, fumamos y con qué frecuencia se utiliza el hilo dental. Cuando se trata de la salud de nuestros dientes y encías, hasta los detalles más insignificantes son sumamente importantes.

Conclusión 

La higiene dental es mucho más que solamente tener una sonrisa blanca y un aliento agradable. Lejos de la parte estética, contar con una higiene bucal adecuada es tan importante como tomar agua o hacer ejercicio con regularidad.

Es común que cuando se habla de los hábitos de higiene asociados con nuestra boca, la atención se centre casi exclusivamente en los dientes. Pero luego de todo lo que hemos visto, no podemos hacer oídos sordos a la importancia de tener unas encías sanas.

Así, unos dientes perlados solo lucen bien cuando están protegidos por unas sanas y rosadas encías.

Y a decir verdad, si nos ponemos a estudiar todo el asunto con detenimiento entenderemos que todos los pasos que comprenden la higiene bucodental están diseñados para mantener la boca libre de bacterias.

El flúor del dentífrico es fundamental para eliminar las bacterias que forman la placa bacteriana. Y si le sumamos los movimientos que realizamos con el cepillo, podremos eliminar una buena parte de esa película tanto de nuestros dientes como de las encías.

Ahora, cuando hablamos del cuidado de las encías, no cabe duda que la mejor herramienta para esto es el hilo dental. Su diseño permite que este hilo pueda remover la placa que se oculta entre las encías sin lastimar ni producir incomodidad.

Cuando hablamos de la higiene bucal, está más que claro que una parte importante de la misma depende de nosotros. Aunque la intervención de un especialista nunca está de más.

Un dentista es más que solamente una persona que nos ayuda a complementar nuestra higiene bucodental, también es un maestro el cual se ha capacitado para ilustrarnos.

Este profesional no solamente nos recordará cómo debe de ser nuestra rutina de higiene. También nos ayudará a encontrar las herramientas e implementos necesarios para mantener nuestra boca libre de bacterias.

Pero hay un aspecto que debemos sumarle a todo lo anterior: para conservar unas encías y dientes más sanos es necesario mantener bajo control algunos malos hábitos.

Si una de sus metas en la vida es mantener una higiene bucal adecuada, es necesario reducir la cantidad de productos a base de azúcar que se consumen a diario. El cigarrillo tampoco es de mucha ayuda para cuidar nuestras encías, así que mejor deshacerse de él cuanto antes y para siempre.

Igualmente, convendría empezar a practicar algunos ejercicios y técnicas para controlar nuestro estrés. Ya que el roce constante de los dientes o apretarlos con fuerza por mucho tiempo, son hábitos que aceleran de forma considerable el proceso de desgaste de los mismos.

Cómo lo señalamos al inicio, la boca del ser humano es un lugar donde conviven muchas bacterias esenciales para la digestión.

Por lo tanto, contar con una buena higiene bucodental es más que solo un asunto de tener unos lindos dientes. Es otro paso fundamental en la escalera para poder disfrutar de una vida mucho más saludable.

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