Una vez cumplidos 26 años, el estudio señala una estrecha correlación entre el tiempo transcurrido delante de la pequeña pantalla siendo niños y el comportamiento agresivo o antisocial del adulto joven.
“El riesgo de ser condenado aumenta un 30% por cada hora pasada delante de la televisión por término medio cada noche de la semana”, declara Bob Hancox, coautor del estudio, conocido esta semana.