Lo que se dice y sucede después de la intimidad entra en la fase de la resolución, en la cual el hombre suele comportarse de distinta manera que la mujer, por cuestiones biológicas.

“Debido a su testosterona, el hombre tiende ser más parco y mecánico después del sexo, y la mujer busca una conexión emocional. Eso no quiere decir que el hombre no busque lo mismo, pero hay que comprender que es así biológicamente”, comenta Castro.

Lo que sucede después de haber alcanzado el orgasmo suele ser la “parte oscura” de la relación sexual, ya que a eso se ha relegado erróneamente, opina el sexólogo. “En realidad, debe ser una fase muy bonita que ambos deben disfrutar, a la que se le tiene que dedicar tiempo”, añade.

“Esta parte es importante. Si el hombre o la mujer ni siquiera se dan un beso o una caricia, quiere decir que la relación no es sólida. Se convierte en una acción mecánica cuando en realidad debería aprovecharse la resolución para conectar y cultivar la parte emocional”, dice el experto.

Y entonces, ¿qué decir o qué no decir?

Existen varios mitos sobre lo que no se debería decir a la pareja luego de alcanzar la satisfacción. Uno de estos es que no se debería preguntar a la otra persona qué le pareció.

Según Castro, sí se puede hablar de esto, aunque en realidad no es necesario porque el lenguaje no verbal es un indicador de si la otra persona alcanzó el orgasmo. “La sudoración, las muecas, el contoneo, todo eso dice mucho”, explica.

Si se quiere preguntar o decir algo respecto de ese momento de intimidad, hay que hacerlo con sutileza. Por ejemplo, luego de abrazar a la pareja y besarla, se le puede halagar de una manera romántica, y luego preguntarle si se sintió bien, si está cómoda, si esta contenta.

“Toda esata etapa tiene que ver con la actitud, y es la más maravillosa porque debe ser de continuidad, para afianzar el amor que se tiene la pareja”, explica el sexólogo. 

El hombre, en especial, en lugar de levantarse y darse la vuelta o dormirse, debe dedicar unos minutos a hacer de este momento uno romántico, y “no solo por quedar bien con ella, sino también por disfrutar realmente más de esa etapa”.

“En mi experiencia con las consultas, ocho de cada 10 mujeres se quejan de la falta por parte de su pareja de querer culminar la relación sexual con esa parte emocional”, indica Castro.

Cuando hay confianza y voluntad por parte de ambos, el aspecto emocional también se nutre de conversaciones en las que surgen preguntas como: “¿Cómo te sientes? ¿Qué podemos mejorar?”.

Recuerde: al finalizar la intimidad, dedique un tiempo a abrazar a su pareja, a recordarle cuánto la quiere, a acariciarla y a estar presente al cien por ciento en ese momento. Su relación crecerá con ello.