Qué es la Esclerosis Múltiple, cuáles son sus síntomas y por qué da
La Esclerosis Múltiple representa un desafío de vida para quienes padecen esta afección. Sin embargo, existen tratamientos útiles para retrasar la enfermedad.

La Esclerosis Múltiple puede afectar el funcionamiento neuronal en el paciente. La imagen es ilustrativa. (Foto Prensa Libre: Freepik)
El diagnóstico de Esclerosis Múltiple (EM) puede alarmar al paciente que lo recibe y a sus familiares, ya que se trata de una enfermedad neurológica que no tiene cura. Pese a ello, hay tratamientos que pueden proporcionar una mejor calidad de vida al paciente.
Se estima que alrededor de 1.8 millones de personas en el mundo padecen esta afección, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tanto en Guatemala como en otros países del mundo, vivir con EM puede representar un reto en la vida cotidiana, ya que pueden presentarse síntomas como pérdida de visión, debilidad en brazos y piernas y otras sintomatologías complejas.
Por esta razón, los especialistas hacen hincapié en la búsqueda de grupos de ayuda cuando se padece esta enfermedad.
¿Qué es la Esclerosis Múltiple?
La esclerosis múltiple (EM) se define como una enfermedad en la cual el sistema inmune ataca el revestimiento neuronal conocido como mielina y en menor grado, el axón, según el neurólogo Víctor Arévalo.
Al respecto, el neurofisiólogo Luis Aceituno añade que esta enfermedad se considera autoinmune, lo que significa que algunas células atacan el sistema nervioso, causando repercusiones en la salud y estilo de vida del paciente.
Asimismo, el profesional puntualiza que, aunque la enfermedad puede desarrollarse a cualquier edad, puede manifestarse con frecuencia en el rango de los 55-65 años, aunque también hay casos de adultos jóvenes y en otros grupos etarios.

Síntomas de la Esclerosis Múltiple
Tanto Aceituno como Arévalo mencionan que los síntomas varían en cada paciente y que cada uno de ellos puede ser un indicio de otras enfermedades, pues no son exclusivos de la EM por lo que ambos especialistas enfatizan que es importante un buen diagnóstico médico para determinar si se trata o no de este padecimiento. Estos son algunos de los síntomas que pueden experimentarse:
- Golpes al levantarse de la cama
- Pérdida de fuerza y sensación de hormigueo
- En cuadros severos, problemas a nivel de deglución
- Neuritis óptica. Por ello, se reduce la visión en un ojo, raras veces en los dos, con dolor al mover el ojo. Asimismo, puede presentarse un cuadro de visión doble.
- Cambios en la sensibilidad
- Espasmos musculares
- Disfunción de la vejiga o intestinos
- Problemas del habla, para articular palabras
- Intolerancia al calor
- Fatiga
- Debilidad
- En ocasiones, contracciones faciales
- Dolor persistente en algunas partes del cuerpo
- Problemas de memoria
¿Por qué da Esclerosis Múltiple?
Arévalo comenta que cuando se presenta un cuadro con esta enfermedad, esto ocurre porque el sistema inmunológico ataca la mielina, aunque no se ha determinado con certeza a qué se debe. Sin embargo, el especialista afirma que cuando existe susceptibilidad genética y esto se suma a otros detonantes, la enfermedad puede desarrollarse.
Entre dichos factores que se combinan con el riesgo genético se encuentran infecciones virales y deficiencia de vitamina D. Aceituno añade que la predisposición genética también puede verse afectada con otros detonadores como el estrés, una pérdida significativa, un accidente y otros eventos traumáticos.
Al respecto, el neurólogo aclara que la enfermedad no es contagiosa, ya que hay personas que tienen la creencia que esta se “propaga”, cuando en realidad tiene otras causas.

¿Cómo se detecta y cuál es su tratamiento?
Según Arévalo, el diagnóstico abarca los criterios de Mc Donald como guía para detectar la enfermedad, los cuales consisten en el estudio de los ataques clínicos, la resonancia magnética y otros elementos.
Aún no hay cura, sí existe tratamiento que se basa en dos pilares: los medicamentos que modulan la acción del sistema inmune y los que ayudan a aliviar los síntomas.
Según Aceituno, el tratamiento depende de los síntomas. De acuerdo con el especialista, “hay pacientes que viven muchos años sin tener recaídas, pero esto varía según cada caso, ya que el estrés y otras enfermedades bajen las defensas”, afirma.
El tratamiento también está conformado por fisioterapia y recuperación. Sin embargo, el éxito del este depende de la condición del paciente y de un buen diagnóstico, ya que en Guatemala no todas las personas cuentan con el acceso para cubrir los costos que representa la enfermedad.
Sin embargo, existen dos instituciones que brindan asistencia a quienes padecen esta afección: la Clínica de Neuroinmunología del Hospital San Juan de Dios y la Asociación Guatemalteca de Esclerosis Múltiple (ASOGEM).
Por otro lado, si usted presenta uno o varios síntomas, le recomendamos acudir a una de las entidades mencionadas o con su médico de confianza para que le brinden la ayuda y orientación necesaria.
¿Qué hago si tengo Esclerosis Múltiple o si alguien en mi familia la padece?
La psicóloga María Renée Ordoñez brinda algunas sugerencias para quienes padecen esta enfermedad o bien, para sus familiares, ya que es importante tener en cuenta nuestra salud emocional en estos casos. Estas son sus recomendaciones:
- Informarse de fuentes confiables acerca de la enfermedad, secuelas, síntomas y otros. “El estar informados nos ayuda a prepararnos mejor y a saber todo lo que esta enfermedad conlleva, además que brinda una sensación de seguridad para saber a lo que la familia puede enfrentar”, indica Ordóñez.
- No descuide las necesidades personales y ritmos de vida, pues es necesario que, en la medida de lo posible, continuemos con actividades que nos hagan enfocar la mente en otras situaciones y no solo en la enfermedad.
- Sea consciente que, pese a la enfermedad y dificultades, la familia es el principal círculo de apoyo, por lo tanto, debe construirse esta red con empatía, comunicación y distribución equitativa de tareas. “No cargar a otros es esencial”, dice la especialista.
- Acepte las emociones. Esto es vital para evitar que estas se acumulen y generen mal humor u otras situaciones que pueden empeorar el bienestar emocional.
- Pida ayuda psicológica de ser necesario. “No siempre podemos con todo y si es necesario, pidamos ayuda a profesionales, amigos u otras personas que, de manera oportuna, pueden entendernos y apoyar”, finaliza Ordóñez.