Cuando hablamos de la “zona de confort”, puede ser muy tentador quedarse situado en ella, ya que evita arriesgarse y encontrarse con los errores o el fracaso. Sin embargo, la persona humana es un ser dinámico, llamado al constante crecimiento, desarrollo y/o evolución.
Por lo mismo, aquello que la Logoterapia reconoce como la “capacidad desafiante del espíritu”, nos llama a ir más allá de lo que conocemos y nos invita a encontrar sentido en el reto, especialmente el reto personal.
Para algunas personas representa un cambio de trabajo, para otros, formar una familia, estudiar en la universidad, cambiarse de casa o ciudad, o tener hijos, entre otras cosas. Y la realidad es que el cambio es lo único constante y lo único seguro, por lo que eventualmente, quedarse en la afamada zona de confort puede llevar a sentirse “estancado” en la vida, y eso puede tener como consecuencia, la frustración, la crisis o incluso el vacío existencial.
Al final de cuentas, Viktor Frankl nos dice que es la existencia la que nos cuestiona y nosotros estamos llamados a responder desde la responsabilidad y la libertad individual.
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*Docente del Departamento de Psicología de la Facultad de Humanidades, Universidad Rafael Landívar.
Envíenos sus preguntas relacionadas a temas de familia a buenavida@prensalibre.com.gt Especialistas del departamento de psicología de la Universidad Rafael Landívar responderán sus dudas.
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