Además del amor y la enseñanza de valores a través del ejemplo, es fundamental la presencia física y emocional de padres, tíos, abuelos y formadores. “No se trata de que los progenitores estén junto a sus hijos todo el tiempo o que renuncien a su trabajo, sino que les dediquen tiempo, lo cual incluye hablarles, escucharlos y jugar con ellos”, aconseja la psicoterapeuta Natalia de Biegler.
La importancia de dar calidad de tiempo a los niños, a criterio del sociólogo Juan Francisco Romero, radica en que las experiencias de la niñez influyen en la personalidad, en el entorno cercano, su grupo de amigos y en las actividades en que se desenvolverá.
En esta edición, usuarios de Facebook de este matutino comentan acerca de las acciones que los adultos deben emprender para que los niños vivan en plenitud.