Tema de reflexión

Los lectores saben que por muchos años he compartido en este periódico temas de reflexión y motivación, que siempre son edificantes para las personas que gustan vivir en comunicación. La humanidad siempre ha atravesado crisis difíciles de toda clase, y en el mundo siempre ha existido ansiedad, ambiciones, egoísmo y tantas emociones negativas que hacen daño.

Y en esta vivencia con los lectores, que ha sido aleccionadora, hemos compartido ideas, opiniones y mensajes interesantes que nos han mantenido en constante comunicación y alertas a cualquier suceso.

Ciertamente, como me escribe una amable lectora, sería desastroso para los seres humanos, que no existieran medios para comunicarnos y que viviéramos aislados, sin poder soltar nuestras ideas y pensamientos, en un medio de comunicación escrito o hablado.

En efecto así es. El mundo se vuelve cada vez más pequeñito, por el avance de la tecnología. Los habitantes de este planeta estamos cada vez más comunicados por medios sofisticados. La tecnología corre a un ritmo imparable… ¡Es impresionante! Pero de algo hay que preocuparse también; aparte de reconocer estos avances tecnológicos así como nos unen nos separan como humanos, como familia, como personas.

Al respecto, Albert Einstein hizo esta reflexión: “Tengo miedo del día en que la tecnología sobrepase a la interacción humana. El mundo será una generación de idiotas”. Y en las redes se hizo este comentario a la reflexión de Einstein: El día llegó… El día que Albert Einstein tanto temía finalmente llegó.

Pero bien, gracias a estas corrientes de avanzada tecnológica, nosotros seguimos comunicados en este espacio, por medio de esta columna, que se inició con letras de plomo artesanales, impresa en linotipos ya olvidados. Ahora, por medio de esta tecnología de punta, tenemos la oportunidad de seguir compartiendo ideas, emociones, sentimientos. Compartir experiencias, ayudarnos unos a otros y conocernos mejor en línea.

En realidad, esta práctica también es un medio para desahogar sentimientos, que muchas veces vienen de lejos, y que se llevan metidos en el alma, porque no hay oportunidad de comunicarlos.

Qué bien, amiga, que en su caso personal usted pudo liberarse de su problema cambiando de actitud. Cierto, la vida pide acción y hay que cambiar de actitud cuando las cosas van mal; no seguir viviendo de un pasado y dejar atrás los malos recuerdos.

Dice un pensamiento de Stephan Tanasescu: Los sufrimientos… nos pulen el alma; mientras que las alegrías… le dan brillo. Y que las personas no son felices porque no han decidido serlo, pues la felicidad es un estado de ánimo y viene de adentro… Este es el principal factor para vivir con éxito.

rina.montalvo@gmail.com

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