El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos afirma que la evidencia científica ha demostrado que este trastorno se origina de un proceso neurobiológico. Aunque no se han identificado las causas exactas, la genética posiblemente contribuye a su desarrollo.
Esa institución también asegura que la hiperactividad no es consecuencia de ver demasiada televisión, un descontrol del niño por parte de los padres, factores ambientales y sociales, como la pobreza, familia disfuncional o un consumo excesivo de azúcar o de aditivos alimentarios.
Importante
Según el pediatra neonatólogo panameño Enrique Ruidíaz, los aditivos alimentarios, entre ellos los colorantes y saborizantes, pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre y cuando hayan sido aprobados por las autoridades de salud.
Para tratar este problema, el infante puede recibir tratamientos con medicamentos, que lo ayudan a concentrarse y estar tranquilos. La terapia conductual también contribuye a que controle su comportamiento, para que pueda desempeñarse mejor en la escuela y en casa.