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El “desquiciado” estudio de Bill Gates para averiguar qué empleado trabajaba más en Microsoft

La naturaleza controladora de Bill Gates fue cambiando a medida que Microsoft crecía.

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Bill Gates, fundador de Microsoft. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Bill Gates, fundador de Microsoft. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Sin duda alguna, muchos jefes sobrepasan los límites vigilando a sus empleados para que cumplen las metas, aunque es seguro que ninguno ha llegado tan lejos como Bill Gates en los primeros años de Microsoft.

Gates ha dicho en varias oportunidades que en los inicios de su carrera no había equilibrio entre el trabajo y su vida personal, pues cuando comenzó en Microsoft solo existía la compañía y debió llevar a cabo todo tipo de acciones creyendo que estaba haciendo lo mejor.

En el 2016, Gates reveló en una entrevista con la BBC hasta dónde estaba obsesionado por el trabajo, “por aquel entonces era bastante extremo con el trabajo. Trabajaba los fines de semana. Realmente no creía en las vacaciones”, dijo Gates.

Sin embargo, esa ética no era solo para él, porque también pretendía lo mismo con los empleados de la compañía. “Tuve que tener un poco de cuidado de no aplicar mis estándares a lo duro que trabajaban”, agregó.

Gates reveló entonces que para saber qué empleados trabajaban más horas (y quién menos), llevó a cabo un desquiciado estudio:

“Me aprendí las matrículas de los autos de todos los empleados, así que podía mirar en el estacionamiento y ver cuándo entraba la gente [y] cuándo se iban”, refirió.

Esa revelación también la confirmó el cofundador de Microsoft, Paul Allen. En una entrevista con Vanity Fair explicó lo siguiente:

“Microsoft era un entorno de mucho estrés porque Bill conducía a los demás tan duro como él mismo. Se estaba convirtiendo en el capataz que merodeaba por el estacionamiento los fines de semana para ver quién había llegado”, dijo.

Sobre cómo se sentían los empleados de la empresa por aquel entonces afirmó:  “la gente ya estaba tratando de hacer todo lo que podía y se les metió en la piel cuando Bill los obligó a hacer más”.

Allen contó una anécdota de un exempleado de Microsoft, Bob Greenberg, que trabajó 81 horas en cuatro días para terminar un proyecto:

“Hacia el final de la semana laboral, Gates le preguntó a Greenberg en qué estaría trabajando al día siguiente. Greenberg notificó a Gates que planeaba tomarse el día siguiente libre, a lo que Gates respondió: “¿Por qué querrías hacer eso?” Gates no podía entenderlo. Nunca pareció necesitar recargar las pilas”.

En el artículo de la BBC se explica que con el tiempo Gates se vio obligado a cambiar su naturaleza controladora a medida que Microsoft se expandía. “Al final, tuve que relajarme cuando la empresa alcanzó un tamaño razonable”, dijo.

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