Para la piel blanca y ojos miel a verde claro, el tono ideal y atrevido es un cobre intenso y luminoso. También se puede experimentar con caoba profundo.
Si se tiene tez blanca y ojos negros, café oscuro o miel, se pueden elegir tonalidades vino tinto, para que aporten luminosidad.
Para la piel morena clara y ojos cafés o tonos olivas, el color ideal es marrón profundo de base, ya sea castaño o chocolate, que se puede subrayar con mechas miel dorado o miel cobre.