Domínguez señaló que en caso de ser hallado culpable, Ríos Montt no deberá cumplir la sentencia en una cárcel, sino que guardaría reclusión en su residencia o en un hospital.
Los abogados del militar retirado pretendían el cierre del proceso al alegar que Ríos Montt sufre de demencia y otros padecimientos, diagnosticados en exámenes médicos y psiquiátricos realizados en 2015.
Ríos Montt está acusado de genocidio y delitos contra deberes de la humanidad por la masacre ocurrida entre el 6 y el 8 de diciembre de 1982 en la aldea Las Dos Erres en Petén, durante el conflicto armado 1960 a 1996.
Aunque aún no hay fecha para el debate oral y público, será un juicio especial, pues tendrá como medida de seguridad que lo realizará a puerta cerrada y sólo con la presencia de los abogados, pues Ríos Montt tiene padecimientos de salud que le impiden asistir.
El caso se refiere a uno en el que el Ministerio Público (MP) le imputó a Ríos Montt, como jefe de Estado de 1982 a 1983 y comandante general del Ejército, el haber continuado con la campaña de tierra arrasada contra las comunidades consideradas enemigas internas del Estado.
Según la investigación, Ríos Montt planificó, permitió, autorizó y consintió que una patrulla de kaibiles –grupo élite del Ejército- incursionara en el parcelamiento Las Dos Erres, en Las Cruces, Petén, para masacrar a 201 personas, el 7 de diciembre de 1982.
Por ese caso ya fueron condenados a seis mil 60 años de prisión Carlos Antonio Carías López, así como Reyes Collín Gualip, Daniel Martínez y Manuel Pop Sun.
El de las Dos Erres es el segundo expediente judicial en el que el ex dictador figura como imputado, ya que también es acusado de genocidio por el exterminio de comunidades indígenas del centro del país, en una causa distinta.
