Revista D

Cafella a capela

El gusto por cantar lo traen desde pequeños. Las horas de ensayo  compartidas, durante 10 años en el Coro Nacional Infantil, y luego Juvenil,  originó la amistad, y el amor por el canto los llevó a formar, hace dos años, el grupo vocal Cafella, un juego de palabras entre a capela —crear música únicamente por medio de la voz— y café.

El grupo vocal Cafella ensaya previo a su presentación en Costa Rica. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)<br _mce_bogus="1"/>

El grupo vocal Cafella ensaya previo a su presentación en Costa Rica. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

El grupo lo integran nueve jóvenes, de 21 a 28 años de edad, con una gama de registros musicales. Ellos son: Héctor Antonio Hurtarte, barítono y director musical; las sopranos María José Quevedo y Esperanza Rodríguez; Gabriela Micheo y Farina Galán —contraltos—. En las voces masculinas están Daniel Gil y José Andrés Barrios —tenores— y Juan Manuel Ramos y Estuardo Lorente —bajos—. 

En dos años, Cafella se ha presentado en varios escenarios nacionales y empiezan a abrirse campo en el extranjero.

La primera experiencia fuera de nuestras fronteras fue en noviembre del 2012, cuando participaron en el festival de México. La más próxima será durante el Primer Encuentro Internacional Vocal Telar de Voces, a celebrarse del 30 de septiembre al 6 de octubre en la ciudad de Heredia, Costa Rica.

Horas de práctica 

En una casa del Centro Histórico, el grupo intensifica las horas de ensayo de cara a su próximo concierto. Los muchachos comienzan ejercitando sus voces y pronto están listos para la primera canción: Lullabye, de Billy Joel, con un arreglo de Philip Lawson. El ambiente se transforma, y con seguridad más de algún vecino pega sus oídos a las paredes para disfrutar del talento de estos jóvenes cuyas melodías transmiten dulzura y paz. 

El repertorio del grupo cuenta con canciones en inglés, español y latín.

“Buscamos un catálogo accesible. Nos prestan o nos ceden las partituras para que veamos cuáles piezas interpretaremos”, indica el director. Por ejemplo, en su concierto del pasado 19 de septiembre, en el teatro del IGA, presentaron música del cubano Silvio Rodríguez.

Cafella se ha trazado metas altas para representar a Guatemala, como debe ser. Sus integrantes están conscientes de que para obtener resultados de calidad se requieren muchas horas de práctica.

“Cuando preparamos un recital ensayamos hasta 18 horas a la semana, mientras que en períodos normales lo usual es que trabajemos entre ocho y 12 horas semanales”, cuenta Galán.  

“Es bastante tiempo, pero al final no se siente porque es lo que nos gusta hacer. Cantar es una necesidad”, agrega.

Los integrantes del grupo coinciden en reconocer el mérito de su formación vocal al maestro Fernando Archila, quien los inició en el Coro Nacional Infantil.

 Recuerdan que pertenecer a estos grupos requería obtener buenas calificaciones en el colegio y también mucho apoyo de los padres, por las horas de ensayo y giras.

“Influyó en nuestra disciplina como estudiantes”, indica Ramos. De esa cuenta, todos sus integrantes estudian en la universidad y trabajan.

Una característica de estos muchachos es que han aprendido a gestionar sus propios fondos y patrocinios, para poder participar en eventos fuera del país, lo cual  logran  con presentaciones  locales.

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