– Las balanzas de antaño podrán reciclarse solo con una limpieza profunda y utilizarse como prácticos y originales portamacetas.
– Unas cuantas postales antiguas, bordeadas con una papel passe-partout de un tono contrastante y bien enmarcadas se convertirán en divertidos cuadritos para colgar en la paredes.
– Al igual que las postales, los carteles que indicaban los nombres de las calles o los que se utilizaban para publicitar los productos de aquellos años también podrán adornar paredes.
– Llaves y candados. Unidos mediante cintas de raso quedarán espléndidos como adorno en las mesitas bajas.
– En la cocina y sobre un rincón de la mesada podrá ubicar un viejo sifón de vidrio coloreado o transparente.
– Las cajas y baúles de madera también están de moda. Para renovarlos podrá decorar su superficie con algunas aplicaciones de découpage.
Un lindo marco será el soporte perfecto para un reloj o un espejo. Y si el reloj deja de funcionar, retire con cuidado la máquina y emplee el cuadrante como marco de un portarretratos.