Revista D

10 enigmas de la arqueología guatemalteca

La historia del país documenta cientos de hechos, sin embargo, hay misterios que  los especialistas aún tratan de resolver.

En el terreno de la Arqueología las investigaciones se multiplican. No obstante, varios misterios se resisten con tenacidad a los avances de la ciencia y nuevas preguntas surgen sin cesar.

En Guatemala la riqueza del patrimonio cultural es un tesoro para las mentes curiosas. Sin duda alguna, habría cautivado al mismo Sherlock Holmes, quien declaraba al doctor Watson: “Proporcióneme usted problemas, proporcióneme trabajo, deme los más abstrusos criptogramas o los más intrincados análisis, y entonces me encontraré en mi ambiente”  (sir Arthur Conan Doyle, El signo de los cuatro, 1890).

A continuación 10 enigmas de la arqueología guatemalteca.

¿Quiénes fueron los primeros habitantes de Guatemala?

Los primeros pobladores   del continente americano vinieron del noreste de Asia durante la glaciación de Wisconsin (80 mil-11 mil años  atrás). Probablemente, migraron después del pico de la glaciación, ocurrido hace unos 21 mil  años. Formaron las culturas del periodo Paleoindio, que se extiende hasta el VIII milenio a.C. 

En Guatemala, discretos vestigios de este periodo fueron hallados en 11 sitios. Incluyen puntas de proyectil de la cultura Clovis, que se difundió de Canadá a Venezuela, al menos entre 13 mil 300 y 12 mil 800 años atrás. Sin embargo, considerando las dataciones obtenidas en Sudamérica, la llegada de los humanos al actual territorio guatemalteco es necesariamente anterior al horizonte Clovis. Por lo demás, la vida de los grupos paleoindios que recorrieron  Guatemala sigue envuelta en espesos misterios.

¿Cuáles fueron las funciones del Montículo de la Culebra?


El acueducto colonial que se aprecia al sur del bulevar Liberación y  20 calle de la zona 14, en la Ciudad de Guatemala, fue elevado sobre el  asombroso edificio prehispánico el Montículo de la Culebra, el cual   ha sido afectado por  la urbanización moderna, pero se estima que su longitud rebasaba los 4 km. Se trata de una loma que  contiene   algunas estructuras de piedras.

Fue empleado  por los antiguos mayas del Preclásico Medio (1000-500 a.C) al Clásico Tardío (600-900 d.C).   Probablemente dependía de la gran metrópoli de Kaminaljuyú. Al parecer,   encerraba un sistema hidráulico, pero se   supone que sus funciones no se limitaban al transporte de agua. Investigadores conjeturan que pudo haber constituido una obra defensiva o una forma de delimitación territorial.

¿Cómo nació la civilización maya?

Los orígenes de la civilización maya se sitúan en el Preclásico Temprano (2000-1000 a.C.). El área  experimentaba entonces, en un contexto de crecimiento demográfico, un desarrollo de las aldeas, el comercio y la jerarquía social. De acuerdo con ciertos estudios, la familia de lenguas de este grupo hundiría sus raíces en el principio de este periodo. Una cerámica considerada como maya aparece alrededor de 1800 a.C., en la costa del Pacífico del sureste de Mesoamérica, y una arquitectura publica —modesta todavía— es atestiguada a partir de 1400 a.C., en Chiapas.

La arqueóloga Prudence Rice sostiene que el calendario maya habría sido concebido hacia 1200 a. C. La historia política y social asociada a la emergencia de la civilización maya permanece oscura.

¿Qué representan los barrigones?


En el parque de La Democracia, Escuintla, los visitantes pueden observar esculturas monumentales    que muestran  personajes obesos con los ojos cerrados. Docenas de barrigones  de piedra del mismo estilo fueron hallados en la costa pacífica y las tierras altas meridionales de Guatemala, El Salvador y Chiapas, México, mientras que individuos aislados fueron reportados en las tierras bajas mayas.

Estas obras habrían sido elaboradas entre el 600 a.C y 100 a.C. Han sido atribuidas, hipotéticamente, a grupos mayas, mixe-zoques o proto-xincas. Su interpretación es objeto de debates. Se ha sugerido que podrían representar a mujeres embarazadas, ancestros o divinidades.

¿Para qué se emplearon los templos en miniatura de Mejicanos?

En el sitio prehispánico de Mejicanos, ubicado en la orilla del lago de Amatitlán, peñas exhiben las formas esculpidas de siete pequeños templos piramidales, con sus escalinatas; la mayor parte de ellos tiene una cavidad en la cumbre. Estas maquetas rupestres están asociadas a materiales fechados, sobre todo, para el periodo Clásico (300-900 d. C.). Representan un caso único, por el momento, en Guatemala, pero no en Mesoamérica: se conocen creaciones parecidas en México.

El arqueólogo Edgar Carpio opina que Mejicanos debía ser “una especie de lugar de culto en donde se llevaban a cabo rituales propiciatorios y de otra índole”. Por cierto, las cavidades presentes en los templos en miniatura pudieron haber servido para efectuar ofrendas o libaciones, recolectar el agua de lluvia o moler sustancias, con fines religiosos.

¿A qué se refieren las  fechas más remotas de las estelas D y F?


Como las demás estelas del sitio maya de Quiriguá,  Izabal, las que son designadas con  las letras D y F representan a soberanos y tienen textos jeroglíficos. Sus inscripciones indican que fueron erigidas, respectivamente, en 766 y 761 d.C bajo el reino de K’ak’ Tiliw Chan Yopaat. Sin embargo, otras fechas fueron plasmadas en estos monumentos. Las más antiguas, establecidas por largos cálculos, nos llevan millones e incluso trillones de años en el pasado.

Según estudios publicados por Matthew Looper, José Crasborn y Camilo Alejandro Luin, los glifos que acompañan las fechas evocan lugares míticos y divinidades; en la Estela F mencionan la decapitación de una de ellas. El significado profundo de estos pasajes mitológicos se nos escapa, pero podemos suponer que debían contribuir a reforzar el poder de K’ak’ Tiliw Chan Yopaat.

¿Qué se esconde detrás de la cultura Cotzumalguapa?

En Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla,  las investigaciones dirigidas por el arqueólogo Oswaldo Chinchilla evidenciaron la existencia de una zona urbana prehispánica de 10 km², que estuvo en actividad en el Clásico Tardío. Esta “zona nuclear”  revela cientos de esculturas de un característico estilo, que hacen  énfasis en los temas rituales y guerreros.
Algunos monumentos muestran enigmáticos glifos.

El estilo escultórico de Cotzumalguapa se difundió ampliamente, en la costa pacífica y las tierras altas de Guatemala y en el occidente de El Salvador. Asociado a características de la arquitectura, la cerámica, la industria lítica y el arte rupestre, permite definir una cultura particular. Pero ¿qué realidades sociopolíticas se esconden detrás de esta entidad? ¿Constituyeron los gobernantes de Cotzumalguapa una alianza regional o incluso un imperio?

¿Qué causó la desaparición de la civilización maya clásica en las Tierras Bajas?

Esta pregunta es  considerada como uno de los grandes enigmas de la arqueología mundial. Sin embargo, los avances de las investigaciones  científicas han esclarecido varios aspectos del problema. Antes que todo, cabe subrayar que el llamado “colapso”  de las ciudades mayas clásicas de las tierras bajas se extendió por más de 200 años, del siglo VIII al siglo X, y no acarreó de ninguna manera el fin de la civilización maya en su conjunto. Luego, es obvio que el fenómeno fue favorecido por varios factores, incluyendo la presión demográfica, desastres ecológicos y conflictos.

Finalmente, las ciudades concernidas fueron víctimas de crisis políticas mayores, que acabaron con el poder de la élite. No obstante, en ausencia de testimonios escritos —la escritura siendo un privilegio de la misma élite— las circunstancias de estos trastornos son difíciles de precisar.

¿Qué sucedió con los pueblos perdidos de la costa sur?

Al viajar  de la cabecera municipal de Santa Lucia Cotzumalguapa, Escuintla, al antiguo ingenio Los tarros, en medio de las plantaciones de caña, se pueden admirar las pintorescas ruinas de una iglesia colonial. Conocido hoy bajo el nombre de San Juan Perdido, el lugar conserva los remanentes de San Juan Aloteque, uno de los “pueblos perdidos”  de la costa sur de Guatemala. Estas localidades fundadas después de la Conquista fueron abandonadas, principalmente, en el siglo XVIII.

El arqueólogo e historiador René Johnston explica que fueron víctimas de un proceso “muy complejo”, en el cual se entrelazaban severos problemas económicos y la difusión de temidas enfermedades (especialmente, la oncocercosis, que causa ceguera). Pero las circunstancias y consecuencias del abandono están lejos de ser claras. Sea como sea, los pueblos perdidos fueron invadidos por la vegetación y la niebla del tiempo. Algunos de ellos esperan ser redescubiertos, todavía, por los arqueólogos.

¿Dónde está Tzimin Chac?


En 1525, en el transcurso de su expedición a Honduras, el conquistador Hernán Cortés fue recibido amistosamente por el rey itza Canek, en la isla de Noj Petén, actual  Flores. Antes de seguir su camino, dejó a su anfitrión un caballo herido. Canek trató el équido lo mejor que pudo, aunque en realidad no sabía cómo cuidarlo.

Cuando el animal murió fue divinizado bajo el nombre de Tzimin Chac (tapir fulminante). Este dios del trueno y el rayo era representado por una gran estatua, colocada en un templo. Pero en 1618, el misionero franciscano Juan de Orbita, acompañado por su correligionario Bartolomé Fuensalida, destruyó el singular ídolo, provocando la ira de los itzaes y la desaprobación de las autoridades españolas. Desde el siglo XIX, varios investigadores buscaron, sin éxito, los restos de Tzimin Chac.

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