IDEAS

La caída inminente

Lo que parecía imposible hace apenas un par de semanas podría suceder en las próximas horas o días: el final del desastre del Socialismo del Siglo XXI. Casi todas las puertas se le están cerrando al régimen de Maduro. El único bastión que le queda, las fuerzas armadas, ya se empiezan también a resquebrajar. ¿Estamos ante el fin de una era y el inicio de la recuperación de los venezolanos?

Su primer paso en falso, como lo comenté la semana pasada, fue darle un ultimátum al gobierno de Estados Unidos. Él mismo se puso en una situación en la que cualquier solución era mala para él. Al final sucedió lo más lógico: perdió el pulso. Quiso esconder la vergüenza diciendo que se iban a tomar un mes para pensarlo y “reiniciar” las relaciones con “oficinas de interés”, pero esto no era más que una pantalla de humo para tratar de ocultar el hecho de que se había enfrentado al “imperio” y el imperio no parpadeó.
El “imperio” no solo no parpadeó, sino que se la devolvió en donde más le duele, en el bolsillo. Congeló los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos con el fin de traspasar los activos y, más importante, el cash flow al gobierno que ellos consideran legítimo.

' Se enfrentó al “imperio”, y el imperio no parpadeó.

Jorge Jacobs

De allí en adelante, ha sido una especie de dominó en cámara lenta. Uno a uno, varios funcionarios del gobierno de Maduro en el extranjero se han decantado por apoyar a Guaidó. Otros gobiernos poco a poco han ido aceptando a Guaidó como el presidente “interino” legítimo de Venezuela. Luego han empezado a reconocer a sus enviados. Los más recientes fueron los parlamentarios europeos, ayer, y el lunes seguramente todos los países de la Unión Europea reconocerán a Guaidó.

El hecho de que Maduro ya esté llamando a la “mediación” y conversaciones con la oposición demuestra la debilidad que tiene su régimen, aunque siempre contraatacó anunciando que en lugar de nuevas elecciones presidenciales va a convocar a elecciones de la Asamblea Nacional. Pero aun esto hay que verlo como una simple amenaza que no tendrá capacidad de implementar, como la que le hizo al gobierno de Estados Unidos la semana pasada.

Como bien lo ha dicho el propio Guaidó, la solución del conflicto depende directamente de la decisión que tomen las fuerzas armadas. De lo que se va conociendo considero que poco a poco el poder de Maduro y Diosdado Cabello sobre las mismas se irá resquebrajando, de la base hacia arriba, hasta que llegue el momento en que se queden solos. Es por ello por lo que no debe extrañar que Maduro esté convocando a células paramilitares y que esté enviando a sus fuerzas especiales de represión a realizar redadas nocturnas en las cuales amedrentan a la población, incluso llegando a asesinar a personas indiscriminadamente —no por nada ya van varias decenas de muertos de la semana pasada para acá—.

Considero que, conforme se vaya sabiendo fuera de Venezuela el nivel brutal de represión a los que Maduro y Cabello están llegando, su caída se apresurará. Es por ello mismo que tampoco debe extrañar la presión que el régimen está poniendo sobre los periodistas extranjeros, para evitar que estos abusos trasciendan. Pero en estas épocas hay pocas cosas que se puedan mantener ocultas por mucho tiempo. Ya han empezado a salir reportajes sobre la represión. De hecho, considero que uno de sus peores errores fue arrestar a periodistas extranjeros y mandarlos al “Helicoide” —célebre prisión y lugar de torturas del Sebin—. Eso solo apresurará su caída, de lo que parece que ellos mismos ya se percataron, por eso los liberaron a todos. Continúa la historia hilándose frente a nuestros ojos.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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