Ciencia
Lo que dejó el cometa 13 Atlas: ciencia, misterio y lecciones para la humanidad
El cometa 3I Atlas se aleja, pero deja una ventana al pasado del universo y reflexiones sobre nuestro lugar en él, dice Edgar Castro Bathen, especialista guatemalteco en astronomía.
Imagen del cometa 3I Atlas captada desde Guatemala. (Foto Prensa Libre: cortesía Rubén Estuardo Ordoñez/ Vía E. Castro Bathen)
Este no fue un cometa ordinario, explica Edgar Castro Bathen, director del Instituto de Astronomía de la Universidad Galileo. A diferencia de otros cuerpos conocidos, como el famoso cometa Halley, este objeto llegó desde regiones extremadamente lejanas de nuestra galaxia.
Su origen se remonta a una época en la que el Sistema Solar aún no existía: cuando el Sol y los planetas no se habían formado y todo era una vasta nebulosa de gas. Con una edad estimada de alrededor de 9 mil millones de años, el cometa 3I Atlas es una auténtica reliquia astronómica, portadora de información sobre la formación de sistemas planetarios en otras zonas de la Vía Láctea, afirma Castro Bathen.
Gracias a nuevos modelos matemáticos, aplicados por primera vez a este tipo de objetos, los astrónomos lograron determinar que provenía de regiones cercanas al centro galáctico, indica el especialista.
Su velocidad extraordinaria —casi 60 kilómetros por segundo— fue clave para confirmar su origen interestelar, ya que ningún objeto formado dentro del Sistema Solar puede alcanzar esa rapidez solo por efectos gravitacionales locales, señala.
La órbita hiperbólica del cometa mostró que atravesaría el Sistema Solar, pasaría cerca de Marte, detrás del Sol y posteriormente cerca de Júpiter, antes de perderse nuevamente en el espacio interestelar.
Durante su paso, despertó un enorme interés mundial. Mientras la mayoría de científicos lo catalogaron como un cometa natural extraordinario, una hipótesis sin evidencia planteó la posibilidad de que se tratara de un objeto artificial de origen extraterrestre, comenta Castro Bathen.
Esa idea, aunque débil desde el punto de vista científico, fue amplificada por algunos medios y generó expectativas, temores y preocupación en muchas personas. Incluso hubo quienes temieron una posible invasión, lo que obligó a científicos y divulgadores a aclarar reiteradamente que no existía ninguna evidencia de comportamiento artificial. Finalmente, la NASA confirmó con toda claridad que se trataba de un objeto natural.
Lecciones del cometa 3I Atlas
Castro Bathen enumera las lecciones que nos dejó a su paso el cometa 3I Atlas:
- Demostró que podemos estudiar materiales formados en regiones lejanas de la galaxia sin necesidad de viajar hacia ellos: la propia naturaleza los acerca hasta nosotros.
- Confirmó que la tecnología actual permite detectar a tiempo estos visitantes interestelares y analizar su composición mediante estudios espectroscópicos, incluso con la posibilidad de identificar moléculas orgánicas complejas.
- Otra lección fundamental fue la responsabilidad en la divulgación científica. Difundir hipótesis sin fundamento puede generar desinformación, decepción y desconfianza en la ciencia.
- De cara al futuro, el gran desafío será contar con los recursos necesarios para enviar sondas que puedan acercarse a estos objetos y obtener muestras directas.

