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Historias de apariciones y espantos que dejan atónitos a trabajadores y pacientes del IGSS 7-19

En los pasillos de hospitales y áreas de atención médica a diario se movilizan decenas de personas, entre médicos, pacientes y familiares de enfermos; sin embargo, en esos espacios surgen relatos de apariciones y espantos, a los que no se les encuentra una explicación.

Uno de los pasillos donde según personal del IGSS han ocurrido extrañas apariciones. (Foto Prensa Libre: Óscar García).

Uno de los pasillos donde según personal del IGSS han ocurrido extrañas apariciones. (Foto Prensa Libre: Óscar García).

Varias de estas apariciones y relatos se han vivido en el Hospital de Accidentes del IGSS 7-19, donde médicos, enfermeras y pacientes han sido testigos de inumerables acontecimientos.


El lugar es amplio y limpio, en los pasillos se observa a usuarios en espera de atención; también se escucha la sirena de ambulancias que llevan a algún paciente, otros hacen fila para visitar a sus parientes enfermos.

Pero más que esas actividades cotidianas, algunos trabajadores relatan que han visto cómo fantasmas se desplazan por el edificio o escuchan el llanto o risas de niños.

Aura Leticia Gómez Mérida, supervisora de Enfermería, dijo que muchos de sus compañeros han sido testigos de apariciones de sombras, en especial a la medianoche.

Recuerda que en Pediatría ha  visto cómo la sombra de un niño se desplaza por los pasillos. Resaltó que algunos pacientes del área de Cirugía de Hombres cuentan que han visto a una monja vestida de blanco, que aparenta estar preocupada por la salud de los enfermos, “aquí no trabaja ninguna monja”, manifestó Gómez. 

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Área de espera para pasar a rayos X, donde también se ha registrado extrañas apariciones. (Foto Prensa Libre: Oscar García).

Da un suspiro y agrega que a diario luchan contra la muerte, pues en ocasiones se registra el deceso de un paciente, pero lo extraño es que a los pocos minutos en extremo, otros tres sufren de paro respiratorio, por lo que se esfuerzan para salvarles la vida. “La vamos espantando”, expresó Gómez al referirse a la muerte.

“A veces se escuchan llantos en el pasillo que comunica la Emergencia, sala y los intensivos, pero nadie está llorando”, añadió la supervisora, quien tiene 19 años de laborar en el hospital.

Narra aparición

Otro de los relatos es el de Alba Avilés, operadora de planta telefónica, quien entre sus labores está avisar a la familia cuando algún pariente ha fallecido.

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En tono nervioso relata que en una ocasión estaba de turno en la noche y salió de la cabina para ir al sanitario, pero algo sucedió cuando regresaba.

“Cuando iba a entrar escuché un ruido y vi un bulto blanco sobre tres sillas, como que alguien estaba acostado y tapado con una sábana blanca”, explicó Avilés, quien añadió que sintió escalofrío, por lo que se refugió detrás de la puerta.

“Esto no es nada bueno lo que vi, me puse a rezar. El bulto estuvo varios minutos en las sillas, por lo que llamé al agente de seguridad”, recuerda.

Decenas de pacientes y personal médico se movilizan a diario en el IGSS 7-19. (Foto Prensa Libre: Oscar García).

Las huellas de un niño

Julio Siliezar, supervisor de mantenimiento del hospital, recuerda que cuando hicieron un mantenimiento preventivo de la cisterna contrataron a una empresa para los trabajos.

Añadió que aún habían un poco de agua en el fondo, pero lo curiosos fue cuando los trabajadores se percataron de que en una de las paredes estaban las huellas de las manos de un niño. “Como que el niño metió las manos en el agua y tocó la pared”, explicó Siliezar.    

Otra experiencia fue el 19 de este mes, cuando trabajaban para remozar un quirófano y tomaron un tiempo para descansar en un pasillo, desde donde presenciaron cuando la puerta de este se abrió y cerró sin explicación alguna, pues ninguna persona estaba adentro. “No es posible que se abra sola, pues tiene un brazo hidráulico”, puntualizó.

Área de admisión donde son ingresados los datos de los pacientes que son ingresados al IGSS 7-19. (Foto Prensa Libre: Oscar García).

La supuesta paciente

José Ernesto Aguilar del monitoreo de cámaras de vigilancia del IGSS 7-19 destacó que el caso más extraño que ha sucedido fue hace unos cinco meses, cuando una joven ingresó a la emergencia por una lesión en uno de los brazos.

Añadió que esta luego de haber dado sus datos en digitalización, también firmó un acta que tiene el agente de seguridad. Luego de haber sido evaluada, un enfermero la llevó al área de rayos X.

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Minutos después llegó un joven que dijo que era su novio y que tenía información de que esta había ingresado en el hospital. Ante esto, un enfermero lo acompañó al área de rayos X para localizarla, pero no la encontraron.

La incertidumbre motivó a que el joven fuera a digitalización donde verificó que sí se trataba de su novia, pero como esta no aparecía, decidió llamarla por teléfono y esta le confirmó que estaba su casa y que no había llegado al hospital, pues estaba bien de salud.

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ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.

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