La violencia ahuyenta al turismo de Quetzaltenango

Los hechos de violencia ocurridos  el fin de semana último en Xelajú mantienen en zozobra a los vecinos, lo que podría ocasionar una baja en el turismo, según sectores.

Vecinos y comerciantes de la 3a. calle, zona 2 de Xelajú, colocaron moñas negras en sus negocios como muestra de repudio por el asesinato del comerciante Rolando Cuc, de 37 años. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Vecinos y comerciantes de la 3a. calle, zona 2 de Xelajú, colocaron moñas negras en sus negocios como muestra de repudio por el asesinato del comerciante Rolando Cuc, de 37 años. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

El viernes recién pasado, dos menores de edad fueron ultrajadas en el cerro El Baúl y ese día el piloto de un autobús extraurbano sufrió un atentado. El fin de semana fue asesinado al dueño de  una tienda de barrio y  una persona que apartaba parqueos murió baleado frente al Teatro Municipal.


Rosa María Anleu, representante de la gremial de hoteleros, restaurantes y turismo de Quetzaltenango, afirmó que en esa ciudad ha disminuido la llegada de turistas extranjeros.

“Los turistas nos piden seguridad si quieren recorrer el Centro Histórico de la ciudad, pese a que son grupos de hasta 15 personas, y gestionamos con la Policía de Turismo. Los clientes evitan salir de noche porque  es un atentado, como lo ocurrido el  fin de semana, frente al Teatro Municipal. Es evidente que la delincuencia afecta porque la tarifa para el turista nacional es diferente a la del internacional y los ingresos se ven afectados”, explicó.

“Por las noches se escuchan disparos de gente que sale ebria de los centros nocturnos. Solo perjudican”.


Jorge García, presidente de la Cámara de Comercio filial Quetzaltenango, dijo al salir de una reunión: “Lamentamos mucho lo que está pasando en Quetzaltenango. Exigimos de nueva cuenta a las autoridades del Gobierno y del Ministerio de Gobernación que atiendan el llamado de frenar la inseguridad”.

García dijo que es necesaria una reunión en Xelajú con las autoridades encargadas de la seguridad pública, para conocer sus planes y resultados ante la ola delictiva. “La indiferencia de las autoridades nos  afecta a todos. El sector comercial que está invirtiendo  también exige  seguridad. Los últimos días han sido de miedo. No puede permitirse que un microempresario sea asesinado en su propio negocio o que un destino turístico sea usado por violadores inescrupulosos. ¿Dónde está la seguridad?”, cuestionó.

María Escobar, vecina de la zona 1 de esa ciudad, señaló a las autoridades municipales de ser cómplices de los delincuentes, ya que la falta de ordenamiento de los clubes nocturnos en el Centro Histórico ha ocasionado violencia. “Hay mucha gente loca y armada que genera violencia”, dijo.

Claudia Ávila, gobernadora departamental, indicó que quien asuma su cargo  en los próximos días deberá tomar acciones para trabajar con la Policía Nacional Civil, porque ella no puede acercarse a esa institución, por un caso judicial en su contra, y lamentó que la población no   denuncie.