“Por la tarde hablé con Josep Bartomeu (presidente del Barsa), un poco molesto, que me dijo: Jean Pierre, es la primera vez que nos pasa, nuestros técnicos decidieron no fichar a Seri. No es para nada un problema de dinero”, añadió, apuntando que el jugador “tenía un contrato preparado”.
“Me pongo en el lugar de Micka, es su sueño ir al Barcelona y de la noche a la mañana se rompe”, declaró, confirmando por otra parte que el París Saint-Germain se interesó por el jugador en los últimos instantes del mercado.
La versión de Rivre contradice la del mediocampista marfileño. En una entrevista concedida a finales de agosto al diario catalán Mundo Deportivo, Seri reprochó abiertamente a los directivos del Niza no haber “cumplido su promesa” en este asunto.
“Me prometieron una cosa y luego resulta que no cumplieron su promesa, pidiendo por mí más dinero del estipulado”, afirmó entonces.
“Me fui a las oficinas del Niza a ver a los dirigentes para saber qué había ocurrido. ¡Entonces, exploté! Le aseguro que las paredes temblaron”, explicó en esa entrevista.