Más allá de la cantada destitución de Quique Setién, que sustituyó a Ernesto Valverde, vino para darle la situación y acabó engullido por el gigante; y la llegada de Ronald Koeman, en la plantilla prácticamente no ha habido movimientos.
Lastrado por una desorbitada masa salarial que incluso podría llegar a comprometer el ‘fair play’ financiero, de momento la revolución ha pasado por la marcha de Ivan Rakitic al Sevilla, a cambio de un simbólico precio, y muchas negociaciones para liberar masa económica.
Seguramente la siguiente será la marcha de Arturo Vidal al Inter de Milán, también a cambio de una cantidad simbólica. El adiós de Luis Suárez cada vez se complica más, porque el uruguayo no está dispuesto a perdonar su último año de contrato.
En cuanto a contrataciones, las declaraciones del presidente del Olímpico de Lion, Jean-Michel Aulas, en las que desveló que el Barça no tiene dinero para fichar a Depay, tal y como le reconoció Bartomeu, es el dibujo del panorama del Barça.
Con Koeman, sin Rakitic y seguramente sin Vidal; la suerte para los azulgrana es que ya habían fichado antes de la pandemia a Trincao y a Pedri; han recuperado a Philippe Coutinho, que cedido al Bayern anotó dos tantos para los muniqueses en aquel ignominioso 2-8 lisboeta.
Del once que presentó Setién en aquel encuentro, diez jugadores siguen en la plantilla (Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Alba, Busquets, De Jong, Sergi Roberto, Messi y Suárez) y en 37 días, todo lo vivido en Barcelona ofrece material para una enciclopedia.
A quince días para que se cierre el mercado invernal, no se atisban muchos cambios, aunque el entorno culé vive situaciones cambiantes a diario.
En la última semana, por ejemplo, un grupo de socios reunió más de 20 mil firmas para forzar una moción de censura contra Bartomeu y su directiva; Quique Setién denunció al club por el impago de su liquidación y se supo que Koeman recomendó a Riqui Puig que se busque equipo porque en la lista de centrocampistas figura en último lugar.
Y luego está el caso de Leo Messi, que se ha quedado en el Barça cuando quería irse. Sus palabras, en aquella histórica entrevista a goal.com, cada vez cobran más sentido: “Quería un proyecto ganador y ganar títulos con el club para seguir agrandando la leyenda del Barcelona y la verdad es que hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que pasan las cosas”.
Bartomeu está en el punto de mira del barcelonismo en sus últimos meses al frente de la nave azulgrana. Asegura que no piensa en dimitir, pero quién sabe, igual los acontecimientos le obligan a hacerlo y el nuevo año se estrena con un nuevo presidente en el Camp Nou.