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A un año de tránsito sin peaje, el futuro de la Autopista Palín-Escuintla aún es incierto

Expertos sugieren lanzar un nuevo proceso de licitación para concesionar de nuevo el tramo, antes de que quede intransitable por falta de mantenimiento.

Durante 25 años, la empresa Marhnos tuvo a su cargo la administración, mantenimiento y cobro de peaje de la autopista Palín-Escuintla, y el 1 de mayo del 2023, ese tramo quedó a cargo del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi), aunque el asunto no está finiquitado.

Esta ruta es uno de los corredores logísticos más importantes del país, ya que quienes circulan por ella, normalmente son vehículos que van o vienen de las zonas portuarias de Puerto Quetzal y APM Terminals Quetzal, diversos centros de producción en la costa sur y el occidente, las fronteras terrestres con México y El Salvador, así como a diversas regiones turísticas.

Una semana después de haber tomado posesión de su cargo en enero pasado, la nueva titular del Micivi, Jazmín de la Vega, informó que la Autopista Palín-Escuintla sería devuelta a Marhnos, pero que no se cobraría peaje, debido a que el trayecto no fue entregado en la manera en que se establecía el contrato. Esto, aparte de que la concesión fue aprobada por el Congreso a finales de 1990 y fue hasta en un reporte oficial fechado en abril del 2023, cuando se conoció que el Estado solo percibió Q21.4 millones por regalías desde el 1 de mayo del 2000.

Por lo pronto, cualquier decisión que se tome sobre el futuro de la autopista, corresponderá a las actuales autoridades de Gobierno. 

¿Cuál es el diagnóstico?

Héctor Fajardo, directivo de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca), resaltó que a un año de que la autopista dejó de cobrar peajes, ha habido un impacto significativo en la dinámica de la vía, generando tanto beneficios, como interrogantes sobre su futuro. 

“La situación actual de la autopista no ha variado. El contrato de concesión con la empresa Marhnos sigue en el proceso de ejecución de la etapa final de liquidación para que el Micivi pueda recibir la autopista y hacerse cargo de ella”

Posición Micivi

Beneficios del libre paso: El tránsito aumentó, ya que el liberarse el pago por el uso de la autopista, se ha registrado un incremento notable en la circulación de vehículos de todos los tamaños, capacidades y usos. Citó como ejemplo, que especialmente los fines de semana, se observa la afluencia de microbuses y autobuses, mientras que los vehículos comerciales de carga han aumentado durante todos los días de la semana.  Esto ha generado la instalación de comercios y negocios en las orillas de la carretera promoviendo la economía local, beneficiando negocios y comunidades a lo largo del tramo.

Poco mantenimiento: En el último año, se ejecutaron trabajos de mantenimiento del tramo completo de la autopista, lo que incluye perfilado, colocación de carpeta asfáltica y señalización horizontal. Pero a juicio de expertos en infraestructura vial, los trabajos realizados fueron de mala calidad y ejecutados durante época de lluvias, que no es la mejor para lograr la calidad necesaria y el rendimiento duradero de los trabajos.

Deterioro de la infraestructura: Lo anterior ha creado la necesidad de hacer limpieza de cunetas y de taludes, lo que ocasiona daños acelerados en la condición de la ruta, por lo que se teme que en poco tiempo, la autopista se deteriore al punto de quedar casi intransitable. 

Seguridad vial:  El aumento del tráfico ha incrementado el riesgo de accidentes, requiriendo un mayor esfuerzo en la señalización, vigilancia y controles de velocidad.

Futuro incierto: Se desconoce el modelo de financiamiento que se utilizará para el mantenimiento y futuras obras en la autopista, pues no hay certeza de que el gobierno asumirá la responsabilidad completa o si buscará un nuevo esquema de peajes o alianzas público-privadas.

Para Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) el diagnóstico es que “simplemente, el Estado no tiene las capacidades para administrar con calidad esa autopista”.    

Posición institucional

Prensa Libre consultó a las autoridades respectivas sobre la situación actual de la autopista Palín-Escuintla y la respuesta fue: “La situación actual de la autopista no ha variado. El contrato de concesión con la empresa Marhnos sigue en el proceso de ejecución de la etapa final de liquidación para que el Micivi pueda recibir la autopista y hacerse cargo de ella”. 

“Si dejamos que las carreteras se sigan deteriorando, no se va a dar un comercio más libre ni más oportunidades de empleo e ingresos"

René Muñoz Barnoya, consultor en logística

Al preguntarles sobre el futuro de este activo, manifestaron: “El Micivi es respetuoso de la Ley. En este momento dependemos de los tiempos de los procesos y de las decisiones de los órganos jurídicos sobre las denuncias presentadas”.

Y sobre los planes a corto y mediano plazos para la autopista, la entidad remarcó que se integró una mesa técnica con especialistas que están a cargo de los análisis y evaluaciones de los planes a futuro, pero que toda decisión dependerá de las resoluciones que se tengan, para determinar de qué manera se procederá.

¿Cuál es la perspectiva?

A esto, Fajardo sugirió lo siguiente:

Buscar un modelo de financiamiento sostenible: Deberían encontrarse y discutirse alternativas como un peaje electrónico o la implementación de un sistema de cobro por uso, garantizando la transparencia y la reinversión de los fondos en la autopista para mantenerla en óptimas condiciones de uso.

Fortalecimiento de la seguridad vial y ciudadana: Se requieren campañas de educación vial, mayor presencia policial y la implementación de tecnología para el control de velocidad y la detección de conductores bajo la influencia del alcohol o drogas. “En los últimos meses, también se reportan demasiados casos de robos y atracos a vehículos de transporte público comercial, por lo que es urgente garantizar la seguridad ciudadana en esa autopista”, reiteró.

Diálogo y participación ciudadana: Es fundamental establecer un diálogo abierto y transparente entre las autoridades, comunidades, usuarios y sector privado para definir el futuro de la autopista de manera conjunta, considerando las necesidades y preocupaciones de todas las partes interesadas.

A su entender, en definitiva, el futuro de la Autopista Palín-Escuintla se encuentra en un punto crucial.  Y si bien el libre paso ha traído consigo beneficios tangibles, también ha generado desafíos que requieren atención inmediata.

"El Estado no tiene las capacidades para administrar con calidad esa autopista”    

Juan Carlos Zapata, director ejecutivo Fundesa

“Encontrar un modelo de financiamiento sostenible, priorizar la seguridad vial y ciudadana, fomentar la participación ciudadana serán claves para garantizar la viabilidad y el desarrollo sostenible de esta importante vía de comunicación en Guatemala”, concluyó el representante del sector de transporte.

Para Zapata, la carretera debe pasar a manos del Estado, aunque no tiene los recursos ni capacidades técnicas para darle el mantenimiento necesario, por lo que existe una oportunidad para impulsar una nueva licitación internacional por parte de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie), de manera que una alianza público-privada (APP) garantice calidad, servicio y un mayor retorno al Estado.

El saldo es negativo

El consultor empresarial en logística René Muñoz Barnoya manifestó, que después de un año, ha quedado demostrado que en manos privadas había menos accidentes y lamentó que no ha habido una cobertura para los accidentados. 

La otra situación es el mantenimiento, pues tener una mejor visibilidad mejora la conducción de los automovilistas, pero, aunque el gobierno a través de sus unidades ha hecho lo mejor que puede, el mantenimiento es deficiente.

Por otro lado, expuso que al quitar la concesión a Marhnos, la manera como se retiraron las garitas de cobro y el estado del área no fue la mejor.  

Sobre las perspectivas, se espera que el Gobierno analice los daños y se dé cuenta de que, bajo una concesión en ley, los usuarios tendrán un mejor servicio.

“Si dejamos que las carreteras se sigan deteriorando, no se va a dar un comercio más libre ni más oportunidades de empleo e ingresos. El transporte debe funcionar para que los bienes y servicios producidos para exportación y consumo local lleguen a sus destinos a un mejor costo para los consumidores”, sentenció.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.