Economía
Incrementar el salario mínimo del 2026 ampliaría la base de cotizantes, afirma el IGSS en su dictamen
El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) recomendó al Ejecutivo aumentar el salario mínimo para el próximo año, tras concluir que un ajuste fortalecería el consumo, el empleo y la formalización laboral. Según su análisis técnico, un salario más alto también mejoraría la sostenibilidad del Seguro Social.
Fachada del IGSS en la zona 1, desde donde la institución confirmó que un aumento al salario mínimo para 2026 fortalecería la economía y la formalización laboral. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) concluyó su análisis técnico sobre la propuesta de salario mínimo para 2026 y remitió su dictamen al Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
La institución considera que un incremento contribuiría al fortalecimiento del consumo interno, la formalización laboral y la sostenibilidad del propio Seguro Social.
El informe, elaborado junto con el Consejo Técnico, el Departamento Actuarial y Estadístico, la Subgerencia Financiera y el Departamento Legal, destaca que el estudio se centró en el impacto económico y social que generaría un ajuste salarial en las distintas actividades y circunscripciones económicas del país.
De acuerdo con los hallazgos del IGSS, un salario mínimo más alto impulsa el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que se traduce en un mayor acceso a bienes y servicios. Esto fortalecería el consumo interno y generaría un dinamismo adicional en la producción nacional.
La institución subraya que los hogares de menores ingresos son los que más destinan sus recursos al consumo, por lo que un incremento salarial generaría un efecto multiplicador en la demanda agregada y ayudaría a mitigar escenarios de desaceleración económica.
Efectos en el empleo y la recuperación
El análisis también concluye que un aumento al salario mínimo estimula la generación de empleo y favorece la recuperación económica sin requerir medidas fiscales adicionales. Según el IGSS, al mejorar la capacidad de compra de la población, se incrementa la demanda de bienes y servicios y se crean condiciones para nuevas contrataciones.
Más formalización y mejores ingresos para el Seguro Social
La institución confirma, además, una relación positiva entre el salario nominal y el salario reportado ante el IGSS. Esto implica que un ajuste al salario mínimo podría traducirse en una mayor formalización laboral, así como en un crecimiento de la masa salarial cotizable.
Este aumento en la base de trabajadores formales también fortalecería la sostenibilidad financiera del Seguro Social y le permitiría ampliar los servicios que presta a sus afiliados.
Conclusión del dictamen
El documento señala que un salario mínimo más alto favorece tanto el bienestar de los trabajadores como el desempeño económico del país, además de fortalecer las capacidades operativas del IGSS.
El dictamen será uno de los insumos que el Ministerio de Trabajo considerará en el proceso de fijación del nuevo salario mínimo que deberá entrar en vigencia en 2026.



