Economía

Inkine’y: el arte en piezas orgánicas

El haber ganado una beca de estudios fuera de Guatemala significó para Sindy Ramos Pocón, de 24 años, no solo poder graduarse como ingeniera agrónoma, sino también la posibilidad de emprender su negocio propio.

Los accesorios que ofrece Inkine’y son collares, pulseras, anillos y aretes, todos hechos a base de desechos orgánicos de frutas. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Los accesorios que ofrece Inkine’y son collares, pulseras, anillos y aretes, todos hechos a base de desechos orgánicos de frutas. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

En cuestión de cuatro años la vida de Ramos cambió de manera inesperada, y hoy su objetivo es impactar y generar oportunidades para más mujeres que como ella luchan por salir adelante.

La emprendedora es perito forestal de la Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca), Bárcenas, Villa Nueva.

En su último año, logró ganar una beca de estudios en la Universidad Earth de Costa Rica para continuar sus estudios de Agronomía.

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Posted by Inkine'y on Saturday, 10 June 2017

Ramos aprovechó la oportunidad y, a pesar de que era beca completa, necesitaba contar con cierto capital para gastos de materiales de estudio, ropa y comida.

La familia de Ramos no contaba con los medios para apoyarla. Su madre falleció cuando era pequeña y su padre quedó a cargo de ella y sus hermanos, por lo que decidió, en un momento de necesidad, sin dejar sus estudios universitarios, emprender para generar algunos ingresos.

A Ramos se le ocurrió comenzar a vender pulseras hechas a mano, lo cual aprendió por medio de tutoriales de YouTube, y con poco dinero logró comprar materia prima.

Uno de los planes de Sindy Ramos en el corto plazo es poder empezar a vender sus piezas en Amazon, donde optó por acceso y publicar su catálogo. La emprendedora busca alianzas con tiendas locales de ropa, accesorios o de productos orgánicos para poder ofrecer sus productos y alcanzar más clientes.

El costo de las piezas oscila entre Q35 y Q70 —aretes, anillos, pulseras y collares—. Para adquirirlas puede visitar Inkineyguatemala, en Facebook.


La primera ocasión, recuerda, elaboró 20 pulseras, las cuales vendió entre los turistas que visitaban la universidad.

Con las ganancias logró comprar más material, y elaboró 200 pulseras.

Aparte de la venta de pulseras, también trabajó de cajera en la cafetería de la universidad los fines de semana.

Fue así como Ramos encontró una manera de concluir sus estudios y cubrir sus gastos personales.

Proyección social

Después de esa etapa y aún en Costa Rica, a Ramos se le presentó la oportunidad de participar en un concurso para ganar capital semilla y emprender un proyecto social en la vida real.

“Mi propuesta era elaborar sombreros, bolsos, billeteras a partir del tallo de la planta del banano, residuo que es desechado por las empresas, pero es materia prima que puede ser transformada en productos”, comenta.

Para materializar la idea viajó a Ecuador, porque solamente en países de Sudamérica existen artesanos que cuentan con los conocimientos en manejo de la fibra.

“Gracias a patrocinios llevé a tres mujeres ecuatorianas a Costa Rica y capacitaron a un grupo de 35 mujeres rurales a quienes les enseñaron a fabricar sombreros, bolsos y billeteras”, recuerda.

Ramos, que era estudiante becada por la Fundación MasterCard, ganó el Premio a la Sostenibilidad 2016 por su proyecto de fabricación de productos a base de tallos de la planta de banano.

Como parte del Premio, Sindy recibió US$10 mil que utilizó como capital semilla para implementar su proyecto.

Después del concurso, conoció a una artesa que elabora joyería orgánica a partir de frutas y la invitó a Guatemala para capacitar a un grupo de mujeres de Villa Nueva, con quienes trabaja actualmente el proyecto de joyería orgánica.

El sueño de Ramos es trabajar ambos proyectos, dedicados a la producción y comercialización de productos ecológicos bajo la misma marca que es Inkine’y, que significa banano en k’iche’.

Los diseños de los accesorios son únicos, elaborados a mano, y Ramos afirma que su valor agregado es la dedicación y calidad con la que elaboran cada pieza.

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