Su madre Marinka Mellado Pérez, madre soltera, abogada y también emprendedora expresó que desde pequeño descubrió su pasión por la naturaleza e impulsó su talento, cuando cumplió cinco años le obsequiaron su primera cámara fotográfica profesional.
Entrevistados durante uno de los eventos más grandes de emprendedores el INCmty que organiza el Tecnológico de Monterrey en México el pasado 9 de noviembre, compartieron con Prensa Libre que este don natural se convirtió en una empresa rentable y sostenible.
A los nueve años conoció un programa de emprendimiento infantil, donde le enseñaron a ahorrar, planificar, mercadeo y ventas, también a presentarse ante un público para comunicar su modelo de negocio.
Biofoto surgió luego de vender varias fotografías de la naturaleza y donar el dinero ganado a las asociaciones que protegen la biodiversidad.
De esta manera busca lograr que las personas se interesen por su actividad y se convenzan de proteger a la naturaleza.
Recorrido de éxitos
En 2017 montó su primera exposición fotográfica de sobre naturaleza y conservación en el Museo de Geología de Ciudad de México, invitado por la asociación civil Pa’Ciencia la de México, en donde subastó sus fotos y lo recaudado lo donó a esa organización.
Sus fotografías están en venta a través de subastas o exposiciones.
Las imágenes incluyen fichas técnicas sobre los animales, plantas o paisajes que capta con su lente, las cuales son revisadas por su asesor, el biólogo Roberto Rojo, uno de los divulgadores de la ciencia más reconocidos en México.
Las fichas consisten en una investigación breve con datos como descripción, hábitat, distribución y vulnerabilidad, entre otros detalles.
Uno de los reconocimientos otorgados al joven promotor de la conservación fue el nombramiento como embajador de My World Kids, una campaña de Acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Mitchell fue seleccionado en el objetivo relacionado con vida en ecosistemas terrestres. Esto lo motivó para crear un proyecto de inventario de biodiversidad enfocado a especies en peligro de extinción de una localidad cercana a donde habita en Ciudad de México.
¿Qué sigue ahora?
Como niño emprendedor, fotógrafo de naturaleza y divulgador de la ciencia ha logrado diversificar sus conocimientos, así como sus habilidades artísticas y empresariales.
El costo para adquirir una fotografía de Mitchell oscila entre Q700 y Q8 mil cada una, depende el tamaño y el material de impresión.
“Una de las fotografías que más me gusta es una que tomé en Belice y otra en Las Bahamas, porque representaron un reto muy grande el poder captar con mi lente aquellos detalles que quería resaltar de la naturaleza”, dijo el joven emprendedor.
Mitchell se visualiza en unos años como un empresario consolidado y en un biólogo profesional que lucha por conservar el planeta, para lograrlo aspira a estudiar en el Tecnológico de Monterrey el área de negocios y fotografía en el Centro de Excelencia de National Geographic.
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