Economía

Plantas alimenticias no convencionales, mueven economía familiar en Brasil

En Brasil, una de las mayores potencias agrícolas mundiales, las "plantas alimenticias no convencionales (PANCs)", llaman la atención de la sociedad, de los órganos públicos y surgen como alternativa para diversificar la alimentación y crear nuevas empresas.

El término se refiere a un grupo de plantas poco presentes en el día a día de la población, pero que pueden ser utilizadas como alimento o complemento de preparaciones culinarias, como el caso de los condimentos y especias.

Normalmente, las PANCs no tienen cadena productiva establecida y eso se nota por la falta de semillas de esas especies en las redes convencionales de insumos agrícolas.

Como cada región posee diferentes tipos de PANCs, la variedad de esta categoría en Brasil es muy grande.
Algunos ejemplos son la Ora-pro-nóbis, en Minas Gerais y en Paraná; la Taioba, en Espíritu Santo, y el Jambu, en Amazonas.

Según el profesor del Instituto Federal de Educación del Amazonas (Ifam) Valdely Ferreira Kinupp, de las principales especies vegetales consumidas mundialmente, 52 % vinieron de Europa y de Asia, lo que impone una preocupante “monotonía alimentaria”.

“Hoy nosotros comemos máximo cien especies de plantas anualmente. Sin embargo, en mi investigación de doctorado encontramos 21% de tasa comestible solamente en los biomas brasileños”, reveló Ferreira Kinupp.

De acuerdo con el especialista, “considerando que hay 46.000 plantas catalogadas en el país esto nos daría cerca de 10 mil especies comestibles en números conservadores”.

Para el investigador, las PANCs se propagan en terrenos accidentados y poco aprovechados para cultivos tradicionales, como laderas y áreas degradadas, lo que, en la necesidad de aprovecharse mejor el territorio, es “altamente relevante”.

“Generalmente ellas también son más nutritivas que las plantas domesticadas. Son buenas para la memoria, el funcionamiento sexual, reproductivo y no están en el mercado o en el refrigerio escolar”, lamentó.

No obstante, Ferreira Kinupp contó que los consumidores están cada vez más interesados en estos cultivos.

En ese mismo sentido, Clarissa Taguchi, fundadora de PANCs Brasil, la primera empresa nacional en explotar comercialmente esas especies, comentó sobre la relación de esas plantas con la gastronomía orgánica.

Taguchi estudió las publicaciones de Ferreira Kinupp y pasó un año sólo probando sabores para fundar la empresa, que comenzó con condimentos y expandió su portafolio para salsas, mayonesas y mantequillas, para un total de cuarenta productos y un potencial de crecimiento.

Atento a los cambios, el sector publico también manifestó interés por las PANCs.

En junio, la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) realizó el 1º Encuentro Nacional de las Hortalizas No Convencionales ‘HortPanc’, en Brasilia.

“Nuestro objetivo ha sido preservar las hortalizas PANCs, manteniendo la colección base en la Embrapa y fortaleciendo iniciativas para la promoción de su producción y de consumo en Brasil”, explicó Nuno Rodrigo Madeira, de Embrapa Hortalizas.

“Algunos consumidores y productores, ayudan a valorizarlas y divulgarlas. Además de los sabores, la gastronomía también tiene interés por sus valores decorativos. Todo está conectado; la investigación, las políticas públicas”, resaltó por su parte Neide Botrel, también de Embrapa Hortalizas.

A pesar de contribuir para la oferta de alimentos, Ferreira Kinupp advierte sólo que las PANCs no son la solución para el problema de la seguridad alimentaria, como sugieren algunas personas.

“Necesitamos pensar que aún con una creciente población, actualmente de 7 mil millones de personas, nosotros tenemos exceso de comida. Lo que se necesita ser solucionado es el desperdicio de alimentos y de áreas de agricultura”, concluyó el especialista.

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