Comunitario

¿Cuánto ha impactado el fenómeno El Niño en Guatemala y cuanto ha dejado de llover este año?

Fenómeno climático causa problemas en ciertas partes del país, como Petén, donde la lluvia ha sido muy irregular y los campesinos temen bajas cosechas.

Imagen de referencia. La falta de lluvia impacta en el crecimiento de la milpa, lo cual preocupa a las familias de subsistencia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Imagen de referencia. La falta de lluvia impacta en el crecimiento de la milpa, lo cual preocupa a las familias de subsistencia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La influencia en el país del fenómeno El Niño ha causado una baja significativa en la cantidad de lluvias, lo que preocupa a una parte el sector agrícola, especialmente a las familias de viven de la agricultura de subsistencia, que ven como las plantas de maíz han crecido poco y temen que no habrá una cosecha mínima para atender sus necesidades de alimentación.

Cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Sismología Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh) reflejan la disminución de lluvias entre este año y el 2022 de un 26%, en promedio, aunque en algunas regiones la baja casi llega al 50%.

Un reporte de la institución mide la cantidad de lluvia acumulada registrada en 46 estaciones climatológicas que el Insivumeh tiene en el país, del 1 de enero al 8 de septiembre de ambos años.

De estas, solo en seis se registra un aumento de los registros por lluvias, que son las instaladas en San Martín Jilotepeque (70%) y Santa Cruz Balanyá (49%), Chimaltenango; en la cabecera de Quetzaltenango (10%) y en Olintepeque (8%), en el mismo departamento; así como en San Agustín Acasaguastlán, El Progreso (5%), y en Chicamán, Quiché (0.29%).

Las restantes 40 estaciones meteorológicas muestran descensos en la cantidad de precipitación. Algunas con diferencias mínimas, pero otras con números que comienzan a preocupar.

En 10 de las estaciones evaluadas el descenso del registro de lluvias fue de 10 al 20%, en 12 fue de 21 al 30%, y en las restantes 18 la reducción de precipitaciones fue del 30 al 50%.

Las que registran bajas más significativas son las instaladas en San Lucas Sacatepéquez, Sacatepéquez; San Lucas Tolimán, Sololá; Escuintla, cabecera; y Cuilapa, Santa Rosa.

Lo irregular de la actual temporada de lluvias se puede constatar en departamentos como Chimaltenango, donde estaciones instaladas en dos municipios recibieron más lluvia este año que en 2022. Pero otra, instalada en la cabecera, es de las que registra menos precipitaciones.

Fenómeno

El Niño es una anomalía meteorológica provocada por el aumento de la temperatura en el océano Pacífico. En Guatemala se traduce en una disminución de las lluvias y canículas prolongadas.

Cesar George, meteorólogo del Insivumeh, explicó las aguas del Pacífico guatemalteco han aumentado su temperatura entre 1.3 y 1.4 grados centígrados y que entre diciembre y enero próximos alcanzará su mayor intensidad, para que gradualmente desaparezca en abril o mayo de 2024.

De cumplirse este pronóstico, las lluvias serían irregulares, pero solo en la primera parte del invierno del próximo año.

George indicó que este fenómeno climático es en parte el responsable de que se produzcan fuertes lluvias en un periodo corto de tiempo y también de que estemos atravesando un septiembre relativamente seco, algo inusual.

Otros factores

El profesor universitario y doctor en Cambio Climático y Sostenibilidad, Werner Ochoa, expuso que, si bien El Niño es uno de los principales factores que favorece la disminución de las lluvias en Guatemala, no es el único.

Otro de ellos es la oscilación decadal del Pacífico, un patrón climático más largo que influye en la elevación de la temperatura en la región y la disminución de lluvias. Además, la oscilación del Atlántico Norte, que afecta el comportamiento de la atmósfera sobre esa parte del globo.

Cuando se activan ambos patrones tiende a haber condiciones más secas en ciertos años, enfatizó el especialista.

Sin embargo, detalló Ochoa, la baja de lluvias también puede responder simplemente a una variabilidad natural de los sistemas climáticos, mientras que los cambios de la circulación atmosférica (vientos) puede empujar las lluvias hacia otras regiones.

Otro factor que influye el cambio del uso de la tierra que puede dar lugar a patrones locales de lluvia.

La escasez de lluvia impacta en el desarrollo del maíz. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Finalmente, la variabilidad del régimen de precipitaciones puede ser indicio del cambio climático antropogénico, un fenómeno global con efectos a largo plazo en los patrones climáticos que puede impactar en la frecuencia e intensidad de las sequías este año, explicó el Ochoa.

Cultivos

George subrayó que las lluvias “han estado bastante deficitarias especialmente en Petén y en el litoral del Pacífico”.

En aquel departamento, en muchas regiones la lluvia ha sido suficiente y los cultivos de maíz no están creciendo satisfactoriamente, confirmó Argentina Osorio, una líder comunitaria de Las Cruces e integrante del movimiento Mujeres dejando huella.

“Aquí llueve hoy y luego vuelve a llover hasta la otra semana, no como en otros años. No estamos en condiciones de tener buenas cosechas este año”, añadió Osorio, que también representa a organizaciones de mujeres en el Consejo Departamental de Desarrollo de Petén.

La lideresa comenta que el temor porque se produzcan bajas cosechas es compartido en todo el departamento, sobre todo porque el precio del quintal de maíz podría aumentar. Actualmente se cotiza a Q240, “como nunca había ocurrido”, agrega.

La Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala, una organización campesina a nivel nacional, también reporta irregularidad en las lluvias, que podría comprometer la cosecha de granos básicos en Champerico, Retalhuleu, y en algunas áreas de Camotán y Jocotán, en Chiquimula.

Por su parte, el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) confirmó que en agosto se fortalecieron las condiciones de El Niño, y cita información del Instituto de Investigación sobre Cambio Climático, según la cual las lluvias disminuyeron un 27%, en promedio en el sur del país.

Algunas familias que subsisten de la agricultura temen que se comprometa su seguridad alimentaria. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

A la fecha, indicó, se cuentan 52 mil 882 hectáreas de maíz y frijol con algún grado de afectación en Alta Verapaz, El Progreso, Retalhuleu, Zacapa, Quiché, Escuintla, Suchitepéquez, Baja Verapaz, Santa Rosa, Jutiapa, Chiquimula, San Marcos y Sacatepéquez.

El Maga informó que en septiembre ha habido regiones donde no ha llovido durante “días consecutivos” lo que “puede provocar estrés en los cultivos”.

Emergencias

Sin embargo, en Guatemala no es necesario que los inviernos sea muy copiosos para generar emergencias y tragedias humanas. El paso sobre el kilómetro 17.5 de la ruta al sur no se ha normalizado desde el pasado 3 de agosto cuando las bóvedas colapsaron luego de una jornada de lluvias intensas.

Días después, varias familias tuvieron que desalojar sus viviendas ubicadas en las cercanías del río Platanitos en San Miguel Petapa ya que el río creció y terminó por socavar las estructuras.

Estos dos ejemplos ilustran la vulnerabilidad de Guatemala frente al clima, por el crecimiento urbano desordenado, la deforestación y el cambio de uso del suelo.

Pero también porque llueve más en poco tiempo y de manera más recurrente, algo que se puede atribuir, afirma Ochoa, más que al fenómeno El Niño, a una alteración del sistema atmosférico por actividades producidas por el hombre, sobre todo por el incremento de los gases de efecto invernadero.

ESCRITO POR: