Nueve instituciones recibieron un primer pago en abril, otras 20 debieron esperar al siguiente mes para obtenerlo, junto a una segunda cuota, aun así, no se llega al 42% que cada una tenía que haber percibido hasta mayo. En tanto que seis más tienen una asignación del 0%.
La emergencia del covid-19 ha centrado la atención del Ministerio hacia las personas contagiadas, sin embargo, hay otros pacientes cuyos tratamientos no pueden obviarse, debido a que su vida depende de ellos, y el retraso en la entrega de las cuotas a estas oenegés por parte de la cartera vulnera su derecho a la salud.
De acuerdo con Lucrecia Hernández Mack, diputada del bloque Semilla, instituciones como la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala (Unicar), la Unidad Nacional del Enfermo Renal Crónico (Unaerc) y la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica (Unop), dan servicios que el Ministerio de Salud no brinda, es más, este refiere a los pacientes a dichas entidades para que allí reciban tratamiento para enfermedades terminales. Por ello, es necesario que los desembolsos se hagan en tiempo, a estas y a las demás oenegés que dan atención a los guatemaltecos.
“En temas de salud hablamos de vida o de muerte, no hay términos intermedios. El covid es el tema urgente, pero eso no significa que todos los demás padecimientos que tiene el país dejen de ser importantes”, dijo Douglas Díaz, representante de Unicar, durante una reunión en el Congreso de la República para exponer la situación de la institución.
La institución que atiende a pacientes con enfermedades del corazón, y las personas a las que atiende son referidos de los hospitales nacionales, y lo hacen de manera gratuita. A la fecha únicamente ha recibido el 24% de los Q62 millones que el Ministerio de Salud debe entregarles. Debido a la falta de recurso económico los procesos para adquirir insumos están suspendidos, lo cual pone en riesgo la atención a los pacientes.
El atraso en los desembolsos también afecta a Unaerc, que atiende a 6 mil pacientes, para quienes el tratamiento de diálisis y hemodiálisis puede verse interrumpido por la falta del recurso económico, lo que pone en riesgo su vida.
De los Q200 millones que la entidad debe recibir, se le ha entregado tan solo el 25%.
“No tener dinero representará no tener insumos para atender a los pacientes… no recibir tratamiento durante dos o tres semanas representa la muerte para un enfermo renal crónico”, señaló José Rafael Sánchez, representante de Unaerc.
Niños con cáncer en riesgo
Unop atiende a niños con cáncer, y ya sufre las consecuencias de los atrasos en los desembolsos.
La institución tiene asignado por parte del Ministerio de Salud Q50 millones, lo cual es insuficiente, pues esto representa el 42% de lo que necesita para el funcionamiento de operación. A la fecha ha recibido Q13 millones 900 mil, de lo que la cartera debe entregarle.
Una segunda fuente de financiamiento para esta oenegé es la recaudación a través de la Fundación Ayúdame a Vivir (Ayuvi), que ha visto afectado sus ingresos debido a la crisis del covid-19. Por esa razón, para Unop es difícil cubrir el déficit financiero.
La institución tiene tres sedes, una de ellas es el Hogar Estuardo Mini, que da servicios integrales a pacientes que están en la etapa final de la enfermedad, y donde se busca darles calidad de vida en sus últimos días. Hace más de una semana el lugar tuvo que ser cerrado, por falta de fondos para continuar con la atención, allí había una capacidad para recibir a 10 niños con cuidado integral.
De acuerdo con el médico Víctor López Contreras, director de Unop, esa era una de las tres medidas a tomar para reducir los gastos. Sin embargo, no se desamparó a los pacientes internos, estos fueron trasladados a la sede central, y parte del personal que colaboraba en el hogar está apoyando en este centro.
Pero la pérdida de capacidad instalada de la institución va más allá, de no resolverse la situación de desfinanciamiento, la sede ubicada en Quetzaltenango, que funciona como un hospital de día, también estaría en riesgo de cerrar.
En este espacio se atiende al 38% de los pacientes de Unop del occidente del país para que no tengan que viajar a la capital, se les brinda servicios de diagnóstico, quimioterapia ambulatoria, se da seguimiento a pacientes, se da tratamiento, se atienden complicaciones leves y emergencias.
Otra de las medidas a tomar es la desvinculación de 123 plazas de las tres sedes, no se ha concretado del todo, pero ya hubo una reducción importante de empleados en la sede central. El director de la institución menciona que si la situación se resuelve en un corto plazo esta decisión podría revertirse.
A esto se suman el retroceso de 13 camas en la capacidad de encamamiento en la sede central, la pérdida de capacidad financiera para compra de insumos, especialmente medicamentos, dijo el médico durante una reunión la semana pasada en Congreso de la República con la bancada Semilla.
Ayer en una reunión con autoridades de Salud, López refirió que ya se trabaja en coordinación con el Ministerio de Finanzas para asegurar que los desembolsos del convenio vigente se lleven a cabo oportunamente, además se explora la posibilidad de ampliación del aporte que la institución tiene asignado para este año.
Se decidió además continuar con la atención en la sede de Quetzaltenango, hasta tener claro el panorama de los recursos financieros que deben recibir. Nuevamente hoy sostendrán una reunión con representante de la cartera.
La Unop mantiene una base de pacientes activos de 2 mil 700 al mes, mientras que recibe un promedio de 43 pacientes pediátricos nuevos con cáncer. Sin embargo, debido a las restricciones de transporte generada por el covid-19 en los últimos meses llegan unos 34, pues siete de cada diez de los niños que asisten en busca de atención médica provienen de los departamentos
“Hasta este momento no hemos dejado de atender a ninguno de los pacientes que se han presentado al hospital, ese es el último recurso que se tendría si no hay un fondo de rescate, por el momento no ha sido necesario”, señaló López.
En la década del 2000, en Guatemala solo dos de cada 10 niños con cáncer sobrevivían, y la tasa de abandono de tratamiento era de 46%, hoy siete de cada 10 niños sobreviven y la tasa de abandono es de 0.6%, gracias al trabajo que realiza Unop.
Esperan desemobolsos en tiempo
El Hospicio San José atiende a niños y adultos con VIH, pero también a pacientes con enfermedades comunes. La institución tiene una asignación de Q12 millones por parte del Ministerio de Salud. Fue hasta en mayo que se les entregó Q3 millones 600 mil, suma que les permitió ponerse al día con compromisos que habían adquirido durante los primeros meses del año.
Sin embargo, se está a la espera de que el desembolso del próximo cuatrimestre llegue a finales de junio, de lo contrario se limitaría el servicio que dan a la población.
Patricia Santis, administradora del Hospicio San José, menciona que el 90% de presupuesto está dirigido a la atención de los pacientes, que suman unos 600 al mes, además hay 50 niños internos. Debido a la emergencia del covid-19 han tenido que implementar la entrega a domicilio del medicamento, para evitar que los pacientes se expongan al contagio y que no les haga falta el tratamiento.
“Nuestra especialidad es el VIH, sin embargo, también tenemos el apoyo para las comunidades cercanas con consulta externa, donde atendemos algunas enfermedades crónicas, como diabetes e hipertensión, y también enfermedad común, esto es quitarle una carga más al Ministerio de Salud, con la escasez de servicios de salud que tenemos”, señala Santis.