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Fallas locales y riesgo recurrente: los hallazgos sobre la actividad sísmica en la región de Zapotitlán, Jutiapa

La secuencia sísmica en Zapotitlán, en Jutiapa, suma más de 1 mil sismos. La actividad más fuerte se concentró los primeros días, y aunque ha disminuido, la zona sigue activa.

Sismo en Zapotitlán, Jutiapa, Guatemala julio 2025

Sismos en Zapotitlán muestran un patrón de disminución progresiva tras los eventos más fuertes de los primeros días. (Foto Prensa Libre: Insivumeh/SMS)

La secuencia de sismos en la región de Zapotitlán, en Jutiapa, es un fenómeno “geológicamente complejo”, producto de la activación de distintos tipos de fallas en interacción, informó el Servicio Sismológico de Guatemala (SSG), centro de monitoreo de la Universidad Mariano Gálvez (UMG).

En un reciente informe, el centro advierte que aunque la actividad ha disminuido, la conexión entre fallas y la inestabilidad de la zona indican que podrían registrarse nuevos sismos en los próximos meses.

No ha sido un evento aislado. La secuencia se suma a otras registradas en 2023 en la misma región, lo que evidencia un potencial sísmico recurrente en Zapotitlán.

La zona mantiene condiciones tectónicas que favorecen la aparición de secuencias prolongadas y complejas, lo que resalta la importancia del monitoreo constante y la preparación ante posibles réplicas, es parte de las principales conclusiones del informe.

Interacción de fallas

El sismólogo Victor Tzorin, del SSG, indicó que la secuencia de 2025 reactivó zonas que ya mostraron actividad en 2023, evidenciado por la superposición geográfica de los epicentros.  

Sin embargo, el tipo de movimiento inicial de los sismos fue distinto: en 2023 predominó un evento transcurrente — cuando las rocas a ambos lados de la falla se deslizan horizontalmente una respecto a la otra—, mientras que en 2025 los primeros sismos fueron de tipo normal, con bloques desplazándose verticalmente.

A pesar de estas diferencias, en ambas secuencias se registraron mecanismos focales de ambos tipos, lo que sugiere una interacción compleja entre fallas normales locales y la Falla de Jalpatagua.

Según Tzorin, esto confirma que la actividad de 2025 no se limita a una sola falla, sino que involucra un sistema de estructuras en interacción, con fallas que se activan en cadena o simultáneamente.

El experto también destacó que este patrón de interacción estructural hace que el comportamiento sísmico de la región sea difícil de predecir únicamente por la magnitud de un evento principal, y que la evaluación del riesgo debe considerar secuelas prolongadas y réplicas múltiples.

En conjunto, los datos de 2025 muestran que la dinámica tectónica local de Zapotitlán resulta de una combinación de sistemas activos, lo que refuerza la necesidad de un monitoreo continuo, análisis y estrategias de prevención adaptadas al área.

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¿Qué revela la Ley de Omori-Utsu?

La actividad comenzó el 29 de julio y en menos de dos semanas se contabilizaron más de 1 mil 100 sismos, percibidos en el oriente y centro-sur de Guatemala, así como en zonas fronterizas de El Salvador y Honduras.

Los primeros temblores se produjeron tras dos eventos de magnitud 5.7, separados apenas por cuatro minutos, concentrando la mayor liberación de energía en las primeras 48 horas.  

Posteriormente, la actividad mostró un decaimiento progresivo, medido mediante la Ley de Omori-Utsu, que describe cómo la frecuencia de réplicas disminuye de manera progresiva después de un sismo principal.

La frecuencia diaria de sismos pasó de un promedio de 78 a 18 en menos de dos semanas.

Los resultados estadísticos muestran claramente esta tendencia:

  • Días 2-4, posterior al inicio de la secuencia: alrededor de 78 sismos
  • Días 5-11: la actividad disminuyó a unos 38 sismos diarios
  • Días recientes: la frecuencia se redujo aún más, con 18 sismos por día

El modelo aplicado evidencia una disminución sostenida con alta precisión, confirmando que la secuencia, aunque compleja geológicamente, sigue un comportamiento estadístico predecible en su decaimiento.

Este análisis, aunque no predice cuándo ocurrirán los sismos, sí permite estimar la evolución de la actividad y anticipar la frecuencia probable de futuras réplicas.

Conclusión comparativa de eventos recientes:

FechaZona afectadaCaracterísticas principales
8 de julioSanta María de Jesús (Sacatepéquez)Enjambre sísmico local severo, con graves daños e impactos sociales inmediatos.
29 de julioJutiapa (Zapotitlán)Secuencia sísmica vinculada a actividad estructural y patrones de disminución.

En conjunto, según Tzorin, la información confirma que Zapotitlán continúa siendo una región con actividad sísmica recurrente.

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ESCRITO POR:

Sandy Pineda

Periodista de Prensa Libre especializada en política y temas sociales con 7 años de experiencia. Parte del programa International Women's Media Foundation (IWMF) en 2019, y del proyecto Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP) 2023.