Comunitario

Falta de vacunas y vitaminas impide reducir la desnutrición

Mientras el Gobierno presume de logros alcanzados en el abastecimiento de medicamentos e insumos en el occidente del país, el “hambre oculta” –causada por la falta de vitaminas que permiten la absorción de nutrientes–  continúa ocasionando problemas de salud, de crecimiento y aprendizaje en  niños, y en casos extremos los lleva a la muerte.

El estudio encontró que uno de cada dos servicios de salud evaluados afrontaba problemas de infraestructura. (Foto: Hemeroteca PL)

El estudio encontró que uno de cada dos servicios de salud evaluados afrontaba problemas de infraestructura. (Foto: Hemeroteca PL)

Un monitoreo efectuado en agosto por la Alianza Nacional de Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud Reproductiva, Nutrición y Educación (Alianmisar) y otras instancias reveló que, en esa región, de cada 10 servicios de salud, seis recibieron entregas incompletas de vacunas e insumos  y siete no tenían vitaminas.


En Huehuetenango, San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Quiché y Chimaltenango, departamentos donde se hizo el monitoreo, han muerto, hasta el 3 de noviembre 40 niños menores de 5 años, por causas atribuibles a la desnutrición aguda.

Carencias

“Mientras hacíamos el monitoreo, una paciente embarazada, menor de edad, llegó al centro de Salud para hacerse su primer control y recibir su dosis de hierro y ácido fólico. Sin embargo, se le negó el servicio porque no contaba con DPI”, relató Armando Barreno, coordinador de la Instancia de Consulta y Participación Social (Incopas).

Aunque gracias a la mediación de  Barreno la futura madre recibió el tratamiento, esa situación ejemplifica la compleja problemática para dar cumplimiento a las acciones de la Ventana de los Mil Días, estrategia lanzada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, cuyo objetivo  es reducir y prevenir la desnutrición crónica.  

50% de los centros de Salud visitados no contaban con servicios sanitarios.


Los problemas van desde improvisar en hojas de papel bond y cartulinas carnés de control de peso y estatura de niños, pasando por falta de personal hasta infraestructura deteriorada.

En lo que se refiere al abastecimiento de insumos, el monitoreo concluyó que, aunque en las bodegas haya abastecimiento, las medicinas no llegan a las comunidades.

En más del 90 por ciento de los servicios supervisados se encontró faltante de algún micronutriente, principalmente de vitamina A, además del 60 por ciento del desabastecimiento en cuanto a micronutrientes espolvoreados, mejor conocidos como “chispitas”.

Arriba del 70 por ciento de servicios tampoco contaban con ácido fólico o hierro.

El informe Situación Actual de la Ventana de los Mil Días detectó que algunas madres que se acercaron a recibir tratamiento, afrontaron problemas para entender las instrucciones del personal. (Foto: Hemeroteca PL)

Según el informe, conforme va aumentando la edad del niño hay menos posibilidades de que reciba sus dosis de vitaminas.

Respecto de las “chispitas”, seis de cada 10 niños de entre 6 y 12 meses recibieron la dosis; sin embargo, únicamente uno de cada 10 recogió las dos entregas a los 2 años de edad.

Un problema similar ocurre con la vitamina A, ya que el 52 por ciento de los niños menores de un año recibieron su primera dosis, pero tan solo el 11 por ciento obtuvo la segunda.

El sondeo se llevó a cabo en 87 municipios y cubrió 245 servicios de salud de primer y segundo nivel.

9 de 10 niños encuestados no contaban con su esquema completo de vacunas.

Consecuencias

El desabastecimiento y precariedad en los centros de Salud y el primer nivel de atención implica que los niños no podrán desarrollarse de manera adecuada en el ámbito educativo y, por consiguiente,  en el laboral.

No obstante, mientras los pocos avances en la lucha contra la desnutrición continúan, guatemaltecos pierden la vida.

Los  datos más recientes de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), que abarcan hasta el 3 de noviembre,  dan cuenta de que dos de los cinco departamentos monitoreados  tienen la incidencia más alta de muertes de menores de 5 años por desnutrición aguda.
Concretamente, en San Marcos y Huehuetenango han fallecido 17 y 12 niños, respectivamente.

Los cinco departamentos monitoreados representan el 46 por ciento  del total de fallecimientos por desnutrición.  El hambre ya cobró la vida de 86 niños.

Según datos de la Sesán, hasta septiembre se registraron menos casos de desnutrición aguda que en años anteriores. Por ejemplo, se reportaron 10 mil 552 casos, unos 700  menos en comparación con el 2016.

El 50% de los centros de Salud visitados no contaban con servicios sanitarios. (Foto: Hemeroteca PL)

Sin cobertura mínima

Respecto de la vacunación, otra acción clave en el plan de la Ventana de los Mil Días, se detectó desabastecimiento y de insumos necesarios para suministrarlas. Las de rotavirus y la pentavalente se reportaron agotadas en siete de cada 10 de los servicios monitoreados.

También hacían falta insumos básicos como alcohol o algodón en los  centros que abarcó el estudio.

76% de los centros visitados habían recibido entregas incompletas de insumos.


Solamente la vacuna BCG, que protege de la tuberculosis, alcanzó la cobertura mínima (95%) aceptada por la Organización Mundial de la Salud.

Las que mostraron las brechas más grandes son la SPR (sarampión, paperas y rubeola) y la OPV (contra la polio), que solo reportaban 21%  de existencia, mientras que la pentavalente y la del neumococo alcanzan cobertura del 24 por ciento.
En total, nueve de cada 10 niños no contaban con esquemas completos de vacunación.

Brecha pendiente

Germán González, secretario general de Seguridad Alimentaria y Nutricional, reconoció que hay “retos importantes” y  explicó que varios centros de salud están sobrepasados en su capacidad para recibir pacientes.

“No es ningún secreto que tenemos una brecha importante en servicios de primer nivel. Tenemos un registro de mil 263 puestos de salud y las autoridades han estimado que el ideal serian cinco mil”, aseguró el funcionario.

González afirmó que el desafío es de todas las instancias de gobierno que trabajan en los programas a escala nacional.

Édgar Lara, de la Dirección General del Sistema Integral de Atención en Salud del Ministerio de Salud, dijo: “La situación de salud es consecuencia de muchos factores, por  lo que nosotros no podemos pretender que con la intervención de una sola institución se corrija toda la situación en salud”.

“Lo que se haga y se deje de hacer durante la Ventana de los Mil Días tendrá trascendencia en la población guatemalteca”, advirtió. Lara agregó que le preocupa que no se destinen los recursos necesarios y urgió a reunirse con más organizaciones para  compartir puntos de vista.

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