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Transurbano: 270 buses atienden a 350 mil usuarios

Abordar unidades del Transurbano se ha convertido en un calvario para los más de 350 mil  usuarios del servicio.

Decenas de usuarios esperan un autobús en la décima avenida de la zona 1. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Decenas de usuarios esperan un autobús en la décima avenida de la zona 1. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

De 495 autobuses del Transurbano que entraron  inicialmente en circulación en el  2010 en los ejes sur y norte para atender la demanda —bajo el ofrecimiento de que entrarían  en circulación hasta 3 mil— solo funcionan 270, lo cual implica para los usuarios  largas esperas en las paradas.

A ello se suman las quejas de cobros excesivos, buses sobrecargados, paradas deterioradas y otras denuncias, según Édgar Guerra, defensor del Usuario del Transporte Público,  de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PD   H).
Guerra indicó que analizan remitir las denuncias que han recibido al Ministerio Público, que ya efectúa pesquisas por la corrupción que se presume hubo en la ejecución de fondos del Transurbano.

Afecta a muchos

Abordar unidades del Transurbano se ha convertido en un calvario para los más de 350 mil  usuarios del servicio.

Al comienzo, la promesa fue la circulación de tres mil 150 unidades que sustituirían los dos mil 927 buses rojos registrados.

Prensa Libre recorrió en los últimos días  el norte y sur de la capital y recogió  varias inconformidades de los usuarios.

Entre las demandas más comunes se encuentra el cobro irregular del pasaje, escasez de buses, hacinamiento de las unidades,  tiempo de espera para abordar, falta de respeto de algunos pilotos, falta de beneficios para personas de la tercera edad y personas con capacidades diferentes.

“No tienen una tarifa estable, dijeron que era un quetzal y centavos, pero cuando uno pone la tarjeta allí le descuentan los dos quetzales”, afirmó el usuario, José Córdova.

“A veces no hay Transurbano y uno tiene emergencias y necesita irse más rápido, eso es perjudicial”, señaló Édgar Choc.

Guerra afirma que han comprobado irregularidades en el cobro del pasaje  y que se ha hecho del conocimiento de la Superintendencia del Transporte Público y de las autoridades de la empresa Sistema Integrado Guatemalteco de Autobuses (Siga), que argumentó fallas en el sistema de cobros.

Tiempo de espera

Otra de las demandas es el tiempo de espera para abordar un bus, el cual alcanza en ocasiones hasta una hora, tal como lo relató Blanca de Benavente, quien intentaba abordar una unidad en la colonia Alameda, zona 18, para  dirigirse a la zona 1.

La mayoría de  entrevistados aseguraron que a diario deben esperar de 20 a 40 minutos y hasta una hora  para subirse a las unidades,  porque las pocas que pasan van muy llenas.

“El servicio es deficiente, no logró satisfacer lo que necesitábamos. Pasa uno más o menos una hora u hora y media esperando, y los que pasan, pasan llenos”, refirió un usuario que viajaba en la gradas de un Transurbano que se dirigía de la calzada Atanasio Tzul al Obelisco.

“A veces hasta 40 minutos por que no hay muchos buses y en la noche es igual”, señaló  Aura Bran, quien vive en la zona 18.

En la estación del Trébol,  a las 7 horas de ayer, se formó una fila de al menos  30 personas, que esperaban un bus por más de 25 minutos,  cuando por fin llegó no pudieron abordarlo debido a que la máquina que  cobra el pasaje no funcionó en tres intentos que hicieron distintos usuarios, por lo cual el piloto optó por cerrar las puertas de la unidad y marcharse. Los afectados debieron esperar   más en una parada sin vigilancia.

¿Otro negocio ilegal?

En todas las paradas de Transurbano se encontró a personas que “venden pasaje”. Cobran alrededor de un quetzal más del valor de la cuota establecida, se les   paga en efectivo y ellos  prestan  su tarjeta Siga para que sea escaneada en los lectores de los buses y así los pasajeros  aborden.

En algunas estaciones hasta se pueden observar rótulos donde ofrecen el “beneficio”.

En el centro de la ciudad, por las noches, en distintas calles, se observan grandes filas de usuarios, a la espera de una unidad del Transurbano.

Denuncias que se investigan

La Contraloría ha auditado al Transurbano desde el 2010.

Q104 millones habrían sido utilizados por el Transurbano para la compra de aparatos del sistema prepago que no fueron instalados.

Los propietarios de los buses estaban obligados a comprar tres mil 195 buses —tres mil corrientes y 195 articulados—, pero solo adquirieron 495.

El MP conoce una segunda denuncia por irregularidades en la ejecución del subsidio de Q18 millones.

Un total de US$33 millones 800 mil, de US$35 millones convenidos, fueron entregados para la instalación del sistema prepago, según la Contraloría.

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