Justicia

Así encontrará el MP pistas en casos de cuerpos enterrados

La Dirección de Investigaciones Criminalísticas (DICRI) del Ministerio Público (MP) creó un grupo élite de técnicos para mejorar la recolección de indicios en escenas de crimen, para reducir el universo de búsqueda de las fiscalías.

Los técnicos excavan para localizar restos humanos. Foto Prensa Libre: Katerin Chumil

Los técnicos excavan para localizar restos humanos. Foto Prensa Libre: Katerin Chumil

Después que una persona muere su cuerpo cambia, baja la temperatura corporal, se pone rígido, las bacterias que habitan en el intestino producen gases en el interior por lo que hay un olor desagradable.

Además, los tejidos se degradan, el cuerpo se hincha y la piel se rompe debido a su degradación. Con el transcurso de los días, el gas desaparece y también el olor fétido, las bacterias ya no se reproducen porque ya no hay tejidos.

Asimismo, los órganos desaparecen y conforme transcurren los meses solo quedan los huesos, cabello, uñas y dentadura. Estos son los indicios principales que resuelven crímenes en una investigación.

La DICRI creó un grupo élite como plan piloto para mejorar la recolección de indicios en escenas criminales, donde haya cuerpos o restos humanos esqueletizados o en estado de descomposición enterrados o escondidos. El grupo está conformado por diez personas, quienes son profesionales en criminología, criminalística, ciencias jurídicas y antropología –además algunos son bomberos— con capacidad en estudios de antropología y arqueología forense.

El pasado 10 de marzo, el equipo realizó una práctica supervisada en la Unidad de Capacitaciones (Unicap) del MP, que está en una finca extinguida al supuesto narcotraficante, Jorge Luis Meléndez Paredes, conocido como “el Señor de los Caballos”, situada en el km. 40 carretera a Chimaltenango, Santo Domingo Xenacoj.

El fin de su capacitación es agilizar los procesos búsqueda, recolección de evidencia y también recuperar los elementos que podrían estar en la fosa o en el lugar que fueron escondidos los restos, que podrían servir para identificar a la persona o a sus posibles victimarios.

Proceso de capacitación

Miguel Ángel Morales, arqueólogo forense y quien estuvo a cargo de la capacitación del equipo de la DICRI, explicó qué, los técnicos recibieron investigación, escena del crimen y arqueología y antropología forense durante tres semanas como parte del proceso de formación.

Añadió que, los técnicos aprendieron a buscar y recuperar cuerpos o restos humanos enterrados o escondidos en pozos, depósitos o letrinas, los cuales no están a simple vista como en la calle o en una vivienda. Aclaró además que pueden rescatar los cadáveres si están esqueletizados o en estado de descomposición.

“Ellos pueden identificar si los restos humanos, si se tratan de un hombre, mujer, niño o niña para guiar de mejor manera la investigación. El hecho que tenga un vestido puesto no quiere decir que fue una mujer o si tenía un pantalón era un hombre”, indicó Morales. La capacitación fue realizada con el apoyo financiero del Proyecto de Seguridad y Justicia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés).

¿Cuáles son sus capacidades?

Jonathan de León, jefe de la DICRI, explicó que, el personal de la dirección fue elegido por rendimiento, recomendaciones de sus compañeros, condición física y luego que les realizaron entrevistas directas para proponerles el proyecto.

Añadió que buscan que el trabajo de este grupo se vea reflejado en la entrega de informes porque ya estarán integrados con estudios de antropología y arqueología forense, además en la judicialización de los casos en los Tribunales.

De León añadió que, por solicitud de la fiscalía, este equipo está capacitado para recabar indicios en casos como el de Los Sierra Ovando. Un colaborador eficaz que reveló la forma de operar de la organización criminal afirmó que, los cuerpos de varios personas fueron enterrados en una mina de arena en Amatitlán.

Luego de varias excavaciones fueron encontrados restos humanos que estaban dentro de vehículos y que fueron enterrados en el lugar. Las investigaciones señalan que estarían vinculados a más de 70 asesinatos.

Actualmente, un grupo de 16 acusados, entre ellos seis expolicías, enfrentan juicio en el Tribunal A de Mayor Riesgo. El MP señala que los policías y exagentes entregaban a los secuestrados a Los Sierra Ovando para desaparecerlos, luego que montaban falsos operativos carreteros para detenerlos.

Según de León, las capacitaciones de este personal no afectarán con las atribuciones que tiene el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), para generar dictámenes científicos de campo en casos judiciales por solicitud del MP.

El grupo élite también está preparado para enfrentar una tragedia como la del Volcán de Fuego, la cual dejó centenares de personas desaparecidas bajo toneladas de arena volcánica en aldeas que están en las laderas volcánicas.

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