La defraudación la habría realizado mediante dos empresas inexistentes con las que se subcontrataba y emitía facturas falsas.
Según se dio a conocer en el inicio del juicio en el Tribunal Décimo Tercero, de 2000 a 2015 los intereses que generó la cantidad defraudada sumaron Q24.3 millones.
* Con información de Byron Vásquez.